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SURF

Surf en la ola mutante de Shipstern Bluff con tan solo 16 años

El 26 de marzo será recordado por Ned Hart como un día muy especial porque surfeó su primera ola en Shipstern Bluff. Presente y futuro de las olas grandes.

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Ned Hart sorteando el escalón de la ola gigante y mutante Shipstern Bluff, en Tasmania (Australia), el 26 de marzo del 2023.
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Estos días, leyendo medios de surf, hemos sabido que Lionel Conacher se ha convertido en la persona más grande que ha surfeado Mavericks, la ola gigante de California con una película en Hollywood. Pero en cuanto a edades no ha sido la única gesta de la semana en el big wave surfing. Ned Hart, un joven australiano de tan solo 16 años, también ha estado en boca de todos por sus olas en Shipstern Bluff.

El filmer Tim Bonython, que hace unas semanas publicaba su particular visión del surf XXL en Lanzarote, le conoció hace dos años en su ciudad natal de Dunsborough, en Australia Occidental: "Tardé muy poco en ver cuáles eran sus objetivos a largo plazo, pero tenía 14 años y las cosas en el surfing llevan tiempo. Solamente dos años después, el niño que conocí es ya un adulto. Gracias a su madre ha estado surfeando este año en spots de olas grandes de Indonesia, Hawái o incluso en Teahupoo. Y la última ha sido en Shipstern Bluff. Es simplemente increíble, es todo corazón.

Las tres olas que muestra son una locura. Pero es que en la primera, tal y como maneja el escalón y luego se mete en la profundiad del tubo, parece que lleve años surfeando esta ola gigante (y mutante). "Era mi primera ola en Shipsterns, así que no tenía muy clara la línea y por dónde saldría la ola. Hice un cut back y de repente vi que aparecía el escalón. No recuerdo bien el momento porque la adrenalina se había apoderado de mí, pero fue como si estuviera en caída libre durante mucho tiempo, por lo menos 10 minutos", explica Hard.

Pero ese 26 de marzo, Hart también probó la cara más temible de Shippies, una ola a medio camino entre el paraíso y un infierno. En otra de sus olas, el tubo cerró y acabó comiendo una de las mayores olas de su vida. Por suerte ahí estaba su partner de tow-in, George Vanderz, para llevar a cabo el rescate sin problemas. No será la última vez que escuchemos su nombre en el mundo del surf de olas gigantes.