Danny MacAskill: MTB sobre ordenadores y teléfonos
El rider escocés de Mountain Bike, viral de nuevo con un vídeo en el que pone a prueba los productos de una marca de carcasas para Macbook, iPad e iPhone.
La última vez que vimos a Danny Macaskill en acción fue a finales del 2021. Por aquel entonces, el destino elegido para su vídeo viral era una fábrica de torres eólicas y posteriormente las hélices de uno de estos gigantes que convierten el viento en energía. Hasta allí subió con su bici de MTB en unas imágenes que daban auténtico vértigo. El objetivo, recaudar fondos en la lucha contra el cambio climático.
Ahora, el piloto escocés de mountain bike y trial urbano vuelve a la acción. Esta vez, el objetivo es poner a prueba las carcasas de Mous -marca londinense con la que trabaja desde hace años- para iPhone, IPad y Macbook. Y el lugar elegido son las calles de Edimburgo, una ciudad que se conoce como la palma de su mano.
Cabe decir que la marca es conocida por someter sus carcasas a pruebas extremas que ponen a prueba la resistencia de la que presumen. Por ejemplo, lanzarlas desde grúas a 15 metros de altura, tirolinas a 150 kilómetros por hora... o incluso desde el espacio. Así, el equipo creativo de la enseña y Danny MacAskill optaron por usar su bici saltando desde las míticas cabinas de teléfono rojas en la Royal Mile, a plomo, sobre un ordenador. Un ordenador que también sirve de rampa para saltar un muro. O construyen un puente de 15 iPhone -puestos de pie- que el escocés pasar por encima con su bicicleta. Pasen y vean...
Como habréis visto, el vídeo incluye también la promoción de un soporte para el manillar de una bici, con su tecnología IntraLock, que se somete también a todo tipo de sobradas de Danny MacAskill mientras pone el GPS o al música que le gusta. Y finalmente llega la prueba final, una catapulta gigante que manda el teléfono contra el hormigón de un skatepark. Tras unos cuantos intentos, a cada cual más bestia, acaba consiguiendo que las carcasas cedan. Pero vaya, que las pruebas dejan claro que hay que hacer una auténtica barbaridad -y repetirla- para romperlos. Buena promoción.