Candy Jacobs se las prometía muy felices al llegar a Tokio. Junto con otras 19 skaters iban a pasar a la historia del skate debutando en unos Juegos Olímpicos. Pero todo se torció cuando en un test PCR dio positivo y la obligaron a confinarse y a perderse la competición (no llegó a tener síntomas). La situación, por cierto, permitió a la española Andrea Benítez viajar a Japón y convertirse en la primera mujer en patinar en unos JJOO.

Siguiendo el protocolo desarrollado por las autoridades, la skater neerlandesa fue retirada de la VIlla Olímpica y enviada a un centro de cuarentena exclusivo para personas infectadas por Covid-19 en los Juegos Olímpicos. Desde allí, a los tres días, emitió un pequeño comunicado sobre su estado y la dificultad de la situación que estaba viviendo: "Es la situación más rara en la que he estado, con todos mis amigos aquí cerca y no puedo ni verlos; físicamenteå estoy bien, pero mentalmente es todo un reto y a mi corazón le duele perderse esto". 

A los 5 días publicó un vídeo en la habitación planchando un kickflip y explicando que estaba "perdiendo peso, sueño y la cabeza, pero no pienso perder mis kickflips". Y a los 7 días estalló. Una semana entera sin poder salir al exterior y ni tan siquiera abrir la ventana. Así, publicó otro vídeo en el que explicaba que "no tener aire fresco es inhumano, mentalmente agotador, es más de lo que pueden aguantar la mayoría de personas". Así, echó un pulso a las autoridades y decidió no moverse durante horas par aque la dejaran salir a tomar el aire. Lo consiguió: 15 minutos al día con vigilancia. "La primera bocanada de aire fresco ha sido la parte más triste y el mejor momento de mi vida", afirmaba.

Una vez acabada la cuarentena y con el permiso para poder volver a su país, Candy Jacobs ha publicado otro mensaje en el que dice "el skateboarding es libertad", "somos skaters, nos caemos pero siempre nos levantamos" y "necesitaré un tiempo para volver de esta, física y mentalmente, pero sé que lo haré a través del skate". Con la publicación de este post, la neerlandesa ha eliminado también el vídeo en el que denunciaba las condiciones "inhumanas" de la cuarentena.