Le roban la bici a Edy Álvarez en la Villa Olímpica
El rider venezolano de BMX ha protagonizado una de las historias más surrealistas de los Juegos Olímpicos.
Daniel Dhers, atleta venezolano de BMX, ha compartido en su Instagram una de las historias del debut de la disciplina freestyle en los Juegos Olímpicos. El 5 veces medallista de oro en unos X Games ha relatado el robo y posterior encuentro de la bici de su compatriota Edy Álvarez en la Villa Olímpica de Tokio 2020.
"No lo roban en Catia (Caracas) pero le roban a mi pana aquí en la Villa Olímpica, lo más imposible del universo", decía en el post en vídeo en el que cuenta la historia. "Nos despertamos como un día cualquiera con Eddy, nos fuimos a desayunar, dejamos la bici fuera con todas las que están allí y cuando salimos... la bici de Eddy no estaba". Y se ríe de su compañero en la habitación. Obviamente lo notificaron al comité olímpico venezolano y suponían que alguien la había cogido pensando que era comunitaria...
Al día siguiente, tras haberle prestado su bici para entrenar, nueva conexión desde su habitación en la Villa Olímpica. "Les quería dar una actualización sobre la bicicleta de Eddy: el niño consiguió la bicicleta". Luego cuenta un poco lo que pasó: "Pensamos también que igual era una broma y que nos estaban grabando, pero al ver que no aparecía ya vimos que no. A las 2 de la mañana aparecieron con su bici en la puerta. Parece que un atleta -no nos han dicho nacinoalidad ni deporte- la cogió pensando que era pública, pero es sospechoso porque es una bici muy única; y cuando lo pillan es por un vídeo de los ascensores, así que la iba a subir a su cuarto, no a hacer ese uso público... incluso le intentaron parar y tuvieron que perseguirle, pero fue finalmente expulsado de la Villa Olímpica".
En cualquier caso, tal y como cuentan en el vídeo, les da igual si había mala intención o no. Lo único que querían era llegar aquí y competir en BMX Freestyle. Lo explica porque no se piensen que eranellos quienes le querían expulsar, sino que son la normas de la zona. Todo el relato se compagina con una lucha por sacarse un moco en el vídeo y las consiguientes risas sin parar (muy de Daniel Dhers, al que no le falta nunca la sonrisa). Con una valoración final sobre park y situación para lograr las medallas; y un alegato final contra aquellas personas que son muy duros con los atletas por no lograr los metales.