NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Skate

¿Cómo fue la vida de Yndiara Asp hasta convertirse en profesional?

La webserie Until 18 de Red Bull repasa el largo y difícil camino de la skater brasileña, una de las referencias del skateboarding mundial.

Actualizado a
La skater Yndiara Asp, con gorra azul y pelo largo castaño, mira hacia abajo antes de hacer el drop en una competición de skate park.
Instagram

La Kantera Pro, las Vans Park Series, el Combi Pool de Vans, campeonatos brasileños de todo tipo... el palmarés de Yndiara Asp es largo a pesar de su juventud (23 años). Pero para llegar a la cima del mundo del skate el camino no ha sido nada fácil. Así lo refleja el Until 18 que ha grabado Red Bull con la skater de Florianópolis:

Se podría decir que la historia de Yndiara con el skate empezó en realidad con el surf. Fue su padre quien le enseñó a surfear de pequeña y quien tenía el sueño de que se convirtiera en surfista profesional. Paralelamente, no le iba mal en el colegio. De hecho, sacaba muy buenas notas y su madre asegura que nunca necesitó su ayuda. Su asignatura favorita era Educación Física. Pero en marzo del 2013 su vida dio un giro.

Dio un giro porque sus padres, tras muchas discusiones, se separaron. Su madre se fue de casa y allí fue cuando empezó a patinar como vía de escape. Le gustó tanto que quería hacerlo cada día, a toda hora, pero no había skateparks públicos y no podía pagar el dinero que valía patinar a diario en un bowl privado, así que su padre decidió tomar cartas en el asunto: le construyó un bowl para ella en casa. Y a pesar de que su madre no lo entendía (en lugar de trabajar para pagar el alquiler le construía un 'patio de recreo' a su hija), eso le cambió la vida porque le permitió empezar a entrenar cada día. Evolucionó tan rápido que al poco tiempo ya estaba ganando campeonatos.

Al principio no podía vivir de eso, todo lo que ganaba lo invertía en poder viajar al siguiente campeonato. Su padre afirma que llegó a dejar de comer durante un mes para pagarle unas zapatillas. Y como todo esto era insostenible, se matriculó en la Universidad para ser profesora de Educación Física. Entonces volvía a patinar menos y llegó un momento en el que tuvo que escoger entre los dos caminos. No hace falta decir que eligó el del skateboarding y que le fue muy bien. Tanto que no solo se gana la vida ella sino que puede ayudar a sus padres económicamente. E incluso tiene tiempo para ir a surfear de vez en cuando con su padre, recordando sus raíces, allí donde empezó todo aquello en lo que se ha convertido hoy...