La fiebre de los NFT llega al skate
Nathan Apodaca y Tony Hawk son los primeros skaters en entrar en el terreno de los activos criptográficos y vender sus míticos vídeos.
Los NTF o 'tokens no fungibles' son activos criptográficos basados en blockchain que certifican -sin posibilidad de falsificaciones- cualquier tipo de obra y permiten demostrar su propiedad. Así, en los últimos meses se ha usado esta tecnología para vender, por varios millones de dólares, cosas tan variadas como una obra digital de Beeple o el primer tuit del fundador de Twitter.
En medio de esta fiebre por los NFT, que en febrero duplicaron el volumen total de dólares que movían, está el mundo del deporte, que ya ha empezado a ver cómo estos tokens no fungibles empezaban a generar dinero. Así, NBA Top Shot ha vendido tarjetas digitales por valor de 230 millones de dólares. Y ahora le toca al turno al mundo del skate.
La primera noticia que leímos viene del skater más popular de todos los tiempos, el que ha sido capaz de convertir algo que era un juguete o una mera diversión en un auténtico negocio: Tony Hawk. El legendario skater estadounidense publicó hace unos días el vídeo en el que planchaba el último Ollie 540 de su carrera, un truco que había logrado por primera vez en 1989. Y según anunció, la grabación que le hizo un compañero se venderá como NFT vía Ethernity Chain.
La segunda noticia que leímos al respecto tiene que ver con el skater más viral del 2020, Nathan Apodaca, quien se hizo famoso por un vídeo en TikTok cantando la canción Dreams de Fleetwood Mac, bebiendo zumo de arándanos y frambuesa y patinando. Ahora, Apodaca pretende vender ese vídeo en una subasta que empezará en 500.000 dólares. Eso sí, con un poco de trampa: será con el audio original y con la botella de zumo con la marca difuminada (ni el grupo ni la marca le ceden sus derechos).
Y la pregunta que se hace todo el mundo ahora es si los NFT han venido para quedarse y en un futuro asistiremos a la venta de vídeos y fotos de skate (y otros deportes de acción) con este sistema o si simplemente son una moda y, por consiguiente, una burbuja... el tiempo lo dirá.