La mejor época para disfrutar de las olas en Lanzarote (Canarias) es de octubre a marzo, que es cuando se forman potentes marejadas en el Océano Atláncio y llegan a esta isla volcánica. Algunas de las borrascas, incluso, pueden dejar olas gigantes por encima de los 10 metros. Es entonces cuando el lanzaroteño Ahmed Erraji se lanza sin más equipamiento que un traje de neopreno y chapaletas, o lo que sería lo mismo, a practicar bodysurf.

En un vídeo con imágenes de Ana García Olivero y Andrew Franc, Erraji resume lo que ha sido esta temporada -aunque todavía hay posibilidad de que llegue algún swell más- que ha tenido de todo: desde olas XXL a la inesperada presencia de tiburones. Primero podéis darle al play. Luego leer la entrevista que le hemos hecho.

Ahmed, ¿cuál es tu momento preferido de la temporada?

Todos son momentos buenos, pero el que más me gusta es entre noviembre y febrero, que es cuando la borrascas que vienen del norte generan ciclogénesis explosivas que en el mundo del surf se traducen en olas de hasta 20 metros.

Viéndote en las olas del huracán Epsilon, ¿se podría decir que el mayor peligro al que te has enfrentado esta temporada ha sido el tamaño de las olas?

El mayor peligro es estar solo, porque hago algo que está al filo de los límites del ser humano y tengo que ser muy cuidadoso y calculador. El 99% de las veces no intento nada que no crea que pueda lograr.

No puedo permitirme cometer un error en ese momento, por lo que soy paciente: estudio las corrientes, salto del muelle, comienzo a nadar en fuertes corrientes mientras la marea está a su máximo nivel, bordeo las rocas que sobresalen levemente del agua y finalmente llego al outer reef. Todo esto es una travesía de 1 kilómetro.

Al final, no hay nada más satisfactorio que ver algo que estuviste observando por tanto tiempo, estudiándolo y luego hacer lo que pensaste que podías hacer.

Háblanos un poco más de esa sensación...

Con cada swell que entra a las costas de Lanzarote entran con él nuevas aventuras. La sensación al bajar por una ola gigante es de velocidad. Y la aceleración que produce bajarla genera una adrenalina difícil de describir. Nunca he consumido drogas, pero estoy seguro de que esa es la sensación por el que pagan muchos chicos.

¿Por qué bodysurf y no surf?

Para mí el bodysurf es el padre de todos los demás deportes de olas. Es la forma más natural de estar en contacto directo con el mar. Me gusta ver el surf, pero disfruto más el bodysurf.

¿Qué esperas de la próxima temporada?

Jejeje, pues llegar sano y salvo al final y desear lo mismo para ti, para mi familia y para mis amigos.