Esquí, snowboard, escalada, puenting, esquí náutico, paracaidismo, senderismo, buceo, parapente, surf, kayak... la lista de deportes y aventuras de la joven Nikki Donnelly es larga y atrevida, pero no la podrá seguir engrosando tras las trágicas noticias que llegan desde las montañas de Canadá, donde ha perdido la vida cuando realizaba una excursión.

En concreto, Donnelly se perdió en el parque natural de la costa norte de Vancouver, el Cypress Provincial Park. Según informan los medios locales, esta chica de 21 años hizo la cumbre de San Marcos y al volver se desorientó. Pudo avisar a su novio con una última llamada antes de perder la conexión. Fue él quien avisó a las autoridades, que movilizaron los equipos de rescate tanto de tierra como de aire para buscar a la aventurera.

Al día siguiente localizaron finalmente el cuerpo, sin vida, en un barranco empinado muy cercano a la zona de esquí de Cypress Mountain. Según las fuentes policiales, aunque llevaba una mochila equipada con ropa de abrigo, raquetas de nieve y púas de montaña, no tenía material suficiente para pasar una noche a la intemperie con el frío que caracteriza la zona. Tras trasladarlo a la base del North Shore Rescue, los equipos médicos certificaron su muerte e iniciaron los trámites para que se ponga en marcha una investigación sobre las causas exactas del fallecimiento.

El responsable de la búsqueda de Nikki Donnelly ha aprovechado el incidente para recordar la importancia de gestionar correctamente los recursos de los que se dispone cuando ocurre algo así. En concreto se refirió al teléfono móvil. "Es habitual que las personas que se pierden llamen primero a su familia y gasten la batería enviando mensajes y hablando con ellos en lugar de llamar al número de emergencias", dijo en referencia a la llamada a su novio.

El suceso ha generado debate en redes sociales, donde algunos acusan a redes sociales como Instagram -en concreto el ir en busca de una foto para subirla- de ser la causa de muchos rescates. Pero desde el equipo de emergencias también se ha defendido a la víctima, alegando que "todos los motivos para ir a la montaña son igual de legítimos" y recordando que los primeros excursionistas, alpinistas y aventureros que tuvieron cámaras no dudaron en usarlas a la que pudieron para documentar sus gestas.