Una vez más, como ha sido habitual durante todos los meses de pandemia, un gobierno cambia las medidas adoptadas respecto a uno de los sectores afectados por la Covid-19. En este caso ha sido el de Francia y respecto a las estaciones de esquí.

Unas semanas atrás, junto a Italia y a Alemania, el gobierno francés anunció que no abriría sus pistas durante la Navidad para tratar de frenar el avance del coronavirus en el país. Ahora, con la mayoría de estaciones de esquí de España en funcionamiento o con una previsión de apertura próxima en el tiempo, esa decisión se ha modificado. Las estaciones galas sí podrán abrir sus puertas pero con muchas limitaciones.

En concreto, las nuevas disposiciones de Francia permiten a las estaciones de esquí alpino abrir a partir de este fin de semana. Eso sí, solo los tapices y las zonas para principiantes, así como los espacios 'Piou Piou' de las escuelas de esquí, dirigidas a los más pequeños. Así, se permitirán también las clases. Finalmente, se pondrán en marcha algunos stands de restauración. 

Las estaciones del pirineo francés que se sumarán a la apertura son Cauterets, Formiguières, Val d'Azun, Hautacam, Val Louron, Begnères de Luchon y Mijanes-Donezan, entre otras. Evidentemente, sus forfaits verán también una reducción en el precio (entre 5 y 20 euros, aproximadamente).

Falta por ver cómo afectará esta decisión a Andorra, que a pesar de anunciar la apertura de sus estaciones a principios de diciembre, acabó aplazando la decisión hasta enero. Por las restricciones de movilidad existentes en España y Francia, así como por solidaridad. Ahora se podrían encontrar con todo abierto -aunque con limitaciones- a su alrededor.