Justo después de disfrutar de las olas del huracán Epsilon en Belharra, el Gobierno de Francia decretó un nuevo confinamiento para todo el país con el fin de intentar rebajar los terroríficos números de contagiados y muertos que estaba dejando el coronavirus. La traducción en cuanto al surf fue su prohibición, excepto para profesionales y deportistas de alto rendimiento.

Las playas, sin embargo, siguen abiertas. Y mientras estaba en vigor este confinamiento ha llegado uno de los swells de la temporada a la costa francesa. Algunos surfistas, indignados ante unas medidas que afectan a un colectivo y un deporte que defienden como seguro (y que nadie ha demostrado que sea lo contrario), decidieron protestar este fin de semana.

En una de las movilizaciones, que invitaba a practicar deportes acuáticos en algún lugar cercano a casa, se reunieron decenas de manifestantes. En La Torche, Finistère, hasta una cuarentena de surfistas estuvieron practicando surf, con la policía esperando fuera del agua.

Para su sorpresa, según explican los medios locales como el 20 Minutes o Le Parisien, al salir del agua les enseñaron "un certificado médico en el que se prescribía como necesaria para ellos la práctica de un deporte acuático durante el confinamiento, con tal de mantener un buen equilibrio psicológico". La estrategia les salió bien, puesto que los mismos medios aseguran que no se multó a nadie, algo que atribuyen también a que este nuevo confinamiento en Francia "es más flexible". Algo que también tiene sus detractores, quienes aseguran que así "no se conseguirá parar la epidemia antes de Navidad".

En España, por otra parte, cabe destacar que el surf se sigue permitiendo. Eso sí, en muchos casos con una limitación territorial. En Cataluña, por ejemplo, no se puede salir del municipio para practicarlo de viernes a domingo; una medida aplicable a todos los días en el País Vasco. Así que si vas a meterte en el agua, asegúrate de saber bajo qué condiciones deberías hacerlo en tu zona. O de tener un certificado médico...