Todas las miradas estaban puestas en Nazaré (Portugal) o, por cercanía, la costa gallega y el Cantábrico. Pero viendo el recorrido de la marejada generada por el huracán Epsilon había una cosa clara: las condiciones más extremas se iban a dar en Irlanda. Y así fue.

Este país, que recibe también los swells XXL que se forman en el Atlántico Norte, esconde en su costa una ola gigante de nombre Mullaghmore. Y las previsiones para esta ola "eran demasiado buenas para ser verdad", decía el protagonista de esta historia, Conor Maguire. Pero resultó que sí eran verdad y que lo pudo comprobar.

El joven surfista irlandés, cuando vio la que llegaba a esta rompiente de County Sligo, preparó un equipo de seguridad y grabación junto a la gente de Red Bull y se dispuso a surfear olas nunca vistas en Mullaghmore. Tanto es así que consiguió cazar un gigante de hasta 18 metros, "la ola más grande surfeada en Irlanda", dicen medios locales y especializados. Una boya mar adentro llegó a registrar 29 metros de altura.

En declaraciones a RTÉ News, Conor Maguire aseguraba que "días como este en la vida de un surfista se pueden contar con los dedos de una mano, así que lo vivido hoy fue muy especial". A través de Instagram añadía un agradecimiento a Finn Mullen que fuera su ángel de la guarda: "Gracias por coordinar mi seguridad, no se me ocurre persona más apropiada para ello". Pero sus agradecimientos son múltiples y generosos, puesto que no le llegó ni con los caracteres habituales del post.