Está siendo un año complicado en Australia. Pero no solo por el coronavirus, sino también por los ataques de tiburón. En lo que llevamos de año se han cobrado ya cinco vidas y ha habido decenas de heridos. La última, una surfista de 35 años.

Chantelle Doyle estaba surfeando junto a su marido en Shelly Beach, Port Macquarie (New South Wales) cuando recibió el ataque de un tiburón en la pierna. Según los expertos, de un tiburón blanco que medía más de 3 metros.

Los medios locales explican que cuando se produjo el ataque, su marido -en un gesto heroico- se acercó remando y saltó de su tabla sobre el tiburón para golpearlo con puñetazos en la espalda hasta que consiguió liberarla. Luego la ayudó a llegar hasta la playa.

No fue la única ayuda fundamental que recibió Chantelle Doyle para sobrevivir al ataque del tiburón. Una vez en la playa, según los servicios de emergencia, las personas que estaban allí le prestaron a la perfección los primeros auxilios, cortando la hemorragia y manteniéndola en vida hasta que llegó el helicóptero que pudo trasladarla al hospital. Así lo explicaban en 9News:

Tras el suceso, las autoridades australianas cerraron las playas de la zona y la víctima se sometió a una complicada cirugía para salvarle la pierna y la vida.