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Death Diving

Joan Florit 'Fly': "El Death diving o dødsing viene a ser el freestyle del salto olímpico"

El saltador menorquín repasa las nociones básicas de este -cada vez menos- desconocido deporte y nos cuenta su historia con los saltos.

Joan Florit 'Fly' en pleno salto de Death Diving con un edificio y el cielo azul con algunas nubes al fondo.
Ketil Martinsen

Joan Laureà Florit Fuster, más conocido como 'Fly', es un tipo nacido en Menorca el 2 de agosto de 1990 que se dedica a saltar desde las alturas con el apoyo de Confusion Wear y Shades of Norway. Saltar, por cierto, al agua. Y de una manera muy especial, en un deporte que de momento tiene muchos nombres: death diving, dødsing, marcelo...

Lo hace bien. Fue 6º en el mundial 2017 y 11º en el 2018. Y aquí le conocimos hace poco porque rompió el récord de España de esta disciplina saltando desde 23 metros de altura. Se declara fan de Travis Pastrana, del punk rock,, de una buena 'caldereta de llagosta' y de obras como 'Mecanoscrit del segon origen' o 'Contact'. Vamos a conocerle un poco más a él y a su deporte...

Para quien no lo haya escuchado nunca, ¿en qué consiste el death diving?

El Death diving o dødsing viene a ser el freestyle del salto olímpico. Creo que la mejor manera de entenderlo es compararlo con el esquí. Dentro de la modalidad de saltos existe el ski aerial o el ski freestyle. Uno lo vemos en las olimpiadas de invierno y el otro en un big air en los X Games. Los dos saltan pero lo hacen de formas muy distintas. 

En el dødsing puedes crear y hacer lo que quieras siempre y cuando entres en el agua en una de las formas correctas

Fly

¿Cuáles son esas diferencias?

La diferencia principal entre el salto olímpico y el dødsing sería que en el olímpico te dicen cómo debes hacer cada truco meticulosamente: cómo rotar, como poner las manos, las puntas de los pies. Todos los saltos están perfectamente descritos y clasificados, un rollo muy gimnasia artística aplicada a los saltos.

En el dødsing, en cambio, puedes crear y hacer lo que quieras siempre y cuando entres en el agua en una de las formas correctas. En olímpico se cae de cabeza, en cliff diving de pie, en el dødsing se entra de “shrimp” o døds. El primero es manos y pies a la vez y en el otro codos y rodillas.

Existen dos tipos de salto, si no me equivoco: classic y freestyle.

Sí. El classic se basa en figuras sin rotación: grabs, movimientos fluidos, posturas. Eres libre de hacer lo que quieras pero sin rotación. Para puntuar se tiene en cuenta lo mucho que saltas, así que es importante saltar con potencia, pero también la dificultad y estética de la figura, el tiempo que la mantienes en el aire, que se vea estable, lo tarde que te cierres y una entrada correcta en el agua.

En freestyle se debe rotar, pero en cualquier forma. Esto da mucha libertad y también se puede incluir grabs y figuras en las rotaciones.

¿Qué es lo básico que hay que saber en cuanto a eventos y competidores?

Siempre se salta como mínimo de 10 metros de altura, aunque el máximo que suele haber en una competición son unos 12 metros. No siempre las competiciones son en piscina, esto es lo que hace que tengamos este margen en las alturas. He ido a competiciones donde saltábamos de un barco histórico que recorria los fiordos de Bergen al que le montaron una plataforma encima. Otras veces des de el tejado de un club náutico.

En cuanto al funcionamiento, normalmente las competiciones se dividen en 3 rondas eliminatorias. En la primera ronda se debe saltar en clásico, en la segunda en freestyle y en la final como quieras, aunque es recomendable saltar en freestyle.

¿Cuáles son las competiciones más importantes?

Podemos encontrar muchas competiciones, sobretodo en los países nórdicos. Cada semana se organizan pruebas, pero el verdadero reto es la døds challenge. Aquí es donde se recogen los puntos que dan acceso a la final del mundial que suele celebrarse en Oslo, en la piscina donde empezó todo.

¿Y los saltadores que debemos seguir?

Destacaría a Filip Julius, plata y bronce en los Europeos de salto olímpico y 3 veces campeón del mundo de dødsing. Es uno de los saltadores olímpicos que empezaron a hacer dødsing por la libertad que te da.

También a Emil Lybekk, campeón del 2018 y actualmente ostenta el récord de más altura, con 27 metros. O el 4 veces medallista en los X Games Birk Ruud, que es un gran fan del deporte y suele venir a varias competiciones. Durante el verano pasado coincidimos en Frognerbadet varias veces.

En categoría femenina te diría que Miriam Hamberg, que ha ganado los 2 mundiales de féminas que se han disputado hasta la fecha. 

¿Qué sabes de la historia de este deporte?

Llevo 4 años compitiendo y aprendiendo un poco sobre cómo empezó todo porqué al parecer tiene distintos inicios en diferentes lugares del mundo, cosa que ha hecho que sea un pelín distinto dependiendo de quién te lo cuenta.

Oficialmente nació en Oslo, en Noruega, en los años 60. Los jóvenes se colaban a la piscina de Frognerbadet para saltar e impresionar a las chicas. Se tiraban exponiendo el pecho el máximo de tiempo posible hacia el agua (como queriendo saltar de plancha) y a poco de tocar el agua se cerraban. Poco a poco la técnica se fue depurando para que fuera una entrada suave y se le fueron añadiendo figuras al aire.

Aquí en Menorca, y más o menos en las mismas fechas (por las cosas que me han contado gente mayor), había un chico que se llamaba Marcelo. Al saltar de las rocas, entraba al mar con las manos y los pies a la vez. Esto al final gustó y des de entonces es algo muy cultural, sobretodo en el lado oeste de la isla. Zonas como Cala En Brut o Sa platja Gran se llenan cada día de verano de gente saltando de esta forma. Puedes ver desde niños de 6 años a gente mayor que ronda los 50.

La verdad que con la cantidad de turismo que tenemos, pensábamos que eramos únicos, nunca habíamos visto a ningún turista saltar así ni decirnos que de dónde venían hicieran lo mismo, hasta que hace unos 4 años vi un vídeo de Red Bull del mundial de dødsing y pensé: "coño, como nosotros".

También me han explicado que en Hawái, los nativos de las islas también saltaba de forma parecida. Recuerdo de niño ver un vídeo de Red Bull de la primera competición del Red Bull Cliff Diving, donde de ceremonia de apertura, un nativo de la isla hizo una especie de ritual y se lanzó des de las rocas de forma muy similar.

Finalmente, otro lugar donde también podríamos remontarnos es al Salto olímpico. Algunos saltadores para jugar o divertirse saltan de “Cat dive”. De hecho, uno de nuestros mejores saltadores de Cliff diving, Carlos Gimeno, ha subido algún vídeo saltando de esta forma. 

Veo que no faltan teorías. ¿Qué evolución está siguiendo el deporte?

Hay gente que se apunta, se da un tortazo inmenso y para casa. Pero el tortazo se queda grabado y enseguida se hace viral, haciendo que mucha gente piense que esto se basa en darse hostias

Fly

Ahora mismo el deporte está en auge. En Noruega lo está petando y ya llevan varios años retransmitiendo la final en directo por TV2, la segunda cadena más grande del país por lo que tengo entendido. Sería como si aquí dieran la final del mundial de dødsing por Telecinco o La Sexta, supongo. Además, mueve bastante dinero, hay patrocinadores grandes como Citroen.

El principal problema que le veo es que se suele colar mucho “payaso” en las competiciones. Se apuntan, se dan un tortazo inmenso y para casa. Pero el tortazo se queda grabado y enseguida se hace viral, haciendo que mucha gente piense que esto se basa en darse hostias.

Incluso los que compiten con la mentalidad de que si no te haces daño no lo estás haciendo bien. Esto es la mayor tontería que he escuchado de algún death diver. Llevo saltando 25 años y no me hago daño a no ser que falle un truco o algo por el estilo, igual que me hago daño si me caigo con la BMX o la moto.

También, en algunas competiciones, te encuentras de juez al influencer de turno o al alcalde del pueblo, gente que no entiende del deporte y basan sus puntos en quién le hace más gracia. Nadie se tomaría a Ronnie Mac como un piloto de MX serio. Es gracioso verlo pero es un chiste, aquí deberíamos saber diferenciar entre los payasos y los que practican el deporte. La labor tanto de los que practicamos esto de forma seria como la de los organizadores de eventos debería ser evitar el darle bombo a estos “payasos”, sobretodo para evitar que la gente se haga daño.

Y como cosas positivas debo decir que es un deporte con el que es fácil empezar (no necesitas materiales caros ni nada) y al poco tiempo ya puedes saltar de unos 4 o 5 metros de forma bastante segura, proporcionándote un buen subidón de adrenalina. Además te da mucha libertad de poder crear tu propio estilo y esto es lo que atrae a muchos saltadores olímpicos. 

¿Lo de que os pegáis planchazos, entonces, es un tópico?

El tópico mas grande es precisamente la gente que dice “fuaa qué planchazo y que dolor...”. La verdad es que si entras al agua como dice la normativa y con técnica no duele ni nada por el estilo. No puedes saltar de buenas a primeras de 10 metros, pero poco a poco cuanto más sabes, más fino entras.

En BMX y skate vemos a Pros haciendo drops de 3 metros de altura y no les pasa nada y una persona “normal” con un drop de 1 metro se deja las muñecas y los tobillos, esto es igual. En mi salto de 23 metros salí perfecto, incluso seguí saltando. Estábamos haciendo un reportaje fotográfico y ni tan mal. De ser algo doloroso o mal hecho después de saltar de 23m me habría roto. 

Toda la razón. Va, hablemos un poco más de ti. ¿Cómo empezaste a practicarlo?

Empecé muy pronto, a los 5 años más o menos. Vivía justo delante del mar. Des de la ventana veía las zonas altas y cómo saltaban los mayores. Por las tardes, mi madre me llevaba a nadar a una playa muy pequeña que se llama “Sa platja petita”, delante de casa. Allí hay una roca no muy alta, 1 metro y poco debe hacer. Como era pequeño no nadaba muy bien, saltaba y luego iba dando saltitos en el fondo y medio buceando hasta la escalera. Poco a poco fui creciendo y aprendiendo, sobretodo de mi primo Carlos Moll Florit, creo que fue mi mayor referente durante muchos años.

¿Dónde lo practicas ahora y con qué facilidades/dificultades cuentas?

Lo practico por las calas de aquí. Calan Brut, Cala Mitjana, Cala Morell y algún lugar alto en medio de la nada. Al no disponer de plataforma es muy difícil entrenar en condiciones y los inviernos la cosa queda muy parada por el frio, pero sobretodo por la mala mar. Ademas oscurece muy temprano en Menorca y al salir del curro ya casi no da tiempo entre semana.

Por otro lado, se hace difícil competir contra gente que dispone de plataformas cubiertas todo el año. Por esto el año pasado fui a Oslo a pasar julio y agosto. En Noruega hay un montón de plataformas publicas y siempre hay mucha gente haciendo dødsing. Se hace divertido porque la gente ya me reconoce por Noruega y siempre encuentras a alguien que te pide consejos, fotos, me enseñan vídeos haciendo mis saltos...

¿Cómo es tu día a día?

Soy profesor de mecánica de barcos. Esto ha hecho que tenga tiempo en verano para poder ir a saltar. En invierno por las tardes intento hacer algo de físico en el gimnasio y los fines de semana si hace buen tiempo me pongo el neopreno y voy a quitarme el mono.

Al acercarse el verano ya empiezo a hacer un poco de trabajo más especifico de piernas y espalda y suelo ir a saltar día sí, día no, por las tardes. Y a partir de junio voy a saltar cada día que hace buen tiempo. Muchas veces por la mañana y por la tarde.

Des de que compito durante el invierno voy pensando algo nuevo que presentar en las competiciones. Le doy muchas vueltas sobre qué se ha hecho, qué no, qué puedo llegar ha hacer y luego en verano me centro en aprender y pulir esos saltos en concreto. Aunque también voy a saltar con gente de aquí por diversión. De algún lugar especial o haciendo saltos más sencillos.

Acabamos. ¿En qué proyectos andas liado?

Ahora estoy empezando un proyecto que llevo pensando des de hace muchos años, realizar saltos por las zonas más famosas de la isla de mas de 20 metros. El primero fue la roca del “elefant”. Quiero ir al “pont den gil”, al rompeolas de algunos faros... cosas así.