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Aventura

Encuentran vivas a dos excursionistas desaparecidas durante 19 días

Jessica O’Connor y Dion Reynolds, ambas de 23 años, se perdieron el 9 de mayo en Kahurangi National Park, Nueva Zelanda.

Altenahr (Germany), 24/05/2020.- A forest damaged calamities by drought and bark beetles in the Ahrtal of Altenahr near Ahrweiler, Germany, 24 May 2020. More than 25 percent of the state area of North Rhine-Westphalia is forested. In recent years, storms, prolonged drought and, as a result, the spread of the bark beetle have caused lasting damage to the tree population and forest biotopes. (Alemania) EFE/EPA/SASCHA STEINBACH
SASCHA STEINBACHEFE

Con la intención de estar fuera de casa durante 5 días y desconectar de todo, el pasado 9 de mayo Jessica O'Connor y Dion Reynolds iniciaron una aventura -tienda de campaña incluida- por el Kahurangi National Park. No se imaginaban que acabaría siendo la excursión de sus vidas.

Tras 8 días sin dar señales de vida, familia y amigos se empezaron a preocupar por las dos jóvnees de 23 años. Al día siguiente, uno de ellos llamó a las autoridades, denunció su desaparición y empezó la búsqueda, que se alargó hasta el día 19.

El dispositivo no era fácil. El parque nacional de Kahurangi es el segundo más grande de Nueva Zelanda y cuenta con más de 450.000 hectáreas, muchas de ellas vírgenes y con un frondoso bosque.

Por suerte, O'Connor y Reynolds "hicieron lo correcto, que es quedarse quietas e intentar hacerse visibles", apuntaba el coordinador de los equipos de rescate de la Policía de Nelson, el sargento Malcolm York. Así, el helicóptero las encontró en un pequeño claro del bosque gracias a un fuego que encendieron.

Nada más ser rescatadas, las chicas se abrazaron a quienes les acababan de salvar la vida, comieron un poco de chocolate y fueron trasladadas al hospital para examinarlas y acabar su recuperación. 

Allí, tranquilamente, contaron cómo ocurrió todo, empezando cuando a los pocos días de iniciar su aventura bajó una espesa niebla que las desoriento. Y todo fue de mal en peor cuando una de ellas se lesionó de la espalda y la otra se torció el tobillo. Perdidas y lesionadas, decidieron quedarse en un sitio y esperar el rescate. Tenían comida para una semana, por lo que las encontraron tras unos días sin comer... pero afortunadamente bien hidratadas, ya que encontraron una fuente de donde sacar el agua.