El 28 de abril de 1968 nacía en Arcadia (California, Estados Unidos) Jeffrey Blain Grosso, más conocido como Jeff Grosso. Aunque su carrera 'profesional' fue corta, se convirtió en una leyenda del skate Vert de los 80s y llegó a tener un Pro Model con Santa Cruz, así como a protagonizar buenas partes de vídeo como Streets On Fire (1989):

En los 90s, las drogas y el alcohol pusieron fin a su carrera como profesional del skate. Incluso llegó a estar técnicamente muerto -sin constantes vitales- por sobredosis de heroína. En 2005 consiguió dejarlo, pasando los últimos 15 años de su vida sobrio.

Durante estos últimos años, Jeff Grosso ha seguido patinando (incluso compitiendo), ha fichado por marcas como Anti-Heroe Skateboards, ha trabajado en programas de ayuda a jóvenes locales  y desde 2011 'escribía' las 'Love Letters to Skateboarding' para Vans. Un auténtico éxito en el mundo del skate con obras maestras como la de 'padres e hijos':

Tras su fallecimiento a los 51 años por causas todavía desconocidas, varias leyendas del skateboarding y toda la comunidad del skate le han dedicado ya mensajes tanto a él como a su familia y amigos. Desde Steve Caballero a Tony Hawk pasando por Tommy Guerrero o Andrew Reynolds, entre otros.

Pero además, Jeff Grosso ha sido también el skater favorito de varias generaciones porque no tenía pelos en la lengua. Decía las cosas tal y como las pensaba. Y tiene una frase que lo explica muy bien: "Intento contar mi verdad y cómo me siento. Todo el mundo sabe que soy un hipócrita y que tengo contradicciones. Todo el mundo lo sabe porque he intentado ser honesto, he intentado ser una persona. Eso es lo que significa ser una persona: tener contradicciones y ser un hipócrita, pero también aprender de tu hipocresía e intentar ser mejor persona".