Según informa la Guardia Civil, la voz de alerta fue dada a través de una llamada hecha al servicio de emergencias del 062 para comunicar de la presencia de una persona accidentada en el referido camino rural. Una vez en la zona, los agentes observaron una bicicleta tirada en el camino y pudieron escuchar unos gemidos de dolor procedentes de una acequia cercana.

Tras su localización, los guardias pudieron verificar que el ciclista accidentado, que circulaba en MTB, se hallaba parcialmente cubierto de agua y barro, y con evidentes síntomas de embriaguez e hipotermia, debido a las bajas temperaturas.

Los agentes procedieron a sacar al accidentado de la acequia y a protegerlo con mantas térmicas, al tiempo que solicitaban una ambulancia para que fuese trasladado a un centro hospitalario de Zaragoza.

Unos veinte minutos después de iniciarse dicho traslado, el personal sanitario de la ambulancia solicitó la presencia de los agentes ya que el accidentado se había soltado las medidas de seguridad que le sujetaban a la camilla e intentaba bajar del vehículo.

Los agentes, tras llegar al lugar donde se encontraba parada la ambulancia, verificaron que el accidentado no presentaba muestra de dolor alguna o de limitaciones para moverse, por lo que se procedió a la anulación del traslado.

Debido a la situación de vulnerabilidad de esta persona por el estado de embriaguez que presentaba y la ubicación a varios kilómetros de su domicilio, los agentes procedieron a trasladarlo hasta su vivienda para evitar riesgos derivados tanto para su persona como para usuarios de la vía por la que tenía que regresar.

Una vez llevado a cabo el traslado, los agentes interpusieron una denuncia administrativa contra el accidentado por incumplir las medidas de confinamiento establecidas en el decreto de declaración del estado de alarma.