En 2006, Rubén Alcántara estaba montando en MTB por unos trails -y pasándolo muy bien- cuando se planteó que podría hacer algo parecido en BMX y se puso a trabajar en ello. Un par de años más tarde consiguió un primer modelo con suspensiones pero que no triunfó y la idea quedó en la nevera. 

Ahora, Mike Bennett, Garrett Byrnes y Rubén Alcántara han abierto la nevera y con nuevas investigaciones e intentonas parecen haber dado en el clavo. Fingers Crossed es el título de su webserie (¿y su nueva marca?) en la que repasan el proceso de creación y testeo de esta nueva bici.

"Hace 13 años tuve la oportunidad de montar en Whistler con una Mountain Bike y lo pasé muy bien, pero estaba constantemente pensando que me gustaría probar lo mismo con mi BMX... así que empecé a trabajar en ello pero no pude acabar mi trabajo y lo dejé aparcado... hasta ahora"

- Rubén Alcántara

El resultado es una bici de BMX con doble suspensión que Mike Bennett define así: "No intenta ser una bici de Dirt Jump o de Downhill, es una bici que tiene su propia categoría y le puedes dar el uso que quieras".

Si el invento llegará a ser una revolución o no, el tiempo lo dirá. Pero es cuanto menos curioso que un pionero del BMX como Rubén Alcántara empezara a montar con una bici que tenía suspensiones de mentira... y ahora esté a punto de revolucionar el mundillo con una de real.