Una de las características principales de la borrasca Gloria es que ha generado el temporal marítimo más extremo que se recuerda en el tercio oriental de la Península Ibérica. Las Baleares se llevan la palma con olas de récord.

En concreto, la boyas de Puertos del Estado han llegado a registrar la mayor ola jamás registrada en Baleares. La de la isla Dragonera alcanzó los 14,2 metros, superando por más del doble los 6 del anterior récord, en enero del 2017. De toda la Comunidad, el anterior registro máximo estaba en Maó, donde en noviembre del 2001 una boya marcó 13,6 metros.

Con oleaje de esta altura y tanta potencia -en un ancho de un metro impacta con una energía de 150-200kW- se están dando imágenes espectaculares como la que se pueden ver de Porto Cristo o Portocolom.

También en Valencia ha habido récord. La boya del Golfo llegó hasta los 8,44 metros de altura significante (que no máxima), la más alta que se ha registrado desde 2005. En la Comunitat Valenciana se han evacuado algunas zonas costeras y las zonas más cercanas a la playa como el Club nàutic 'les Bassetes' han sufrido la virulencia del mar. Las imágenes que se han visto en Almassora o de la nevadas cercanas al metro en el interior son también espectaculares.

Barcelona quizás ha dejado los registros más bajos (en comparación con Valencia o Baleares), pero tampoco se recuerdan semejantes imágenes desde noviembre del 2001. En la propia Ciudad Condal, desde Betevé aseguran que Gloria les ha dejado "sin palabras" y lo acompañan de una imagen de la playa (o lo que queda de ella) de la Barceloneta; en Tossa de Mar (Girona) la espuma generada por el mar ha entrado en el pueblo; y en Badalona se puede ver las ola pasando por el Pont del Diable (6 metros de altura).

Las previsiones indican que la borrasca Gloria seguirá dejando imágenes para el recuerdo -esperemos que sin víctimas- durante las próximas horas. En concreto, no se prevé que la situación vuelva a ser de relativa normalidad en el Mediterráneo hasta el jueves.