En el deporte de acción, todo vale. Más si se trata de combinar modalidades. Un claro ejemplo de ello es el Skijoring, una modalidad que uniendo el poder del motor de una moto de freestyle tirando de un esquiador por la nieve, acaba resultando en una mezcla de lo más divertida. Red Bull, al ver el asombroso potencial de este nuevo deporte, fue el primero en organizar una competición para poner a prueba a los más valientes: la carrera de skijoring Twitch and Ride.

La velocidad, el riesgo, la resistencia pero, sobretodo, la técnica, hacen de esta curiosa mezcla de modalidades una de las más interesantes y divertidas en los deportes de nieve. Como los trineos y esquiadores tirados por perros pero a motor. El factor velocidad añade toda la adrenalina del transporte de nieve de antaño.

Y de qué manera. Un deporte de lo más exigente tal y como se puede ver en algunos de los vídeos que recopilan lo que fue la última Twitch and Ride, la cual pone a prueba a más de 150 skijoringers durante una estresante y peligrosa carrera de más de 17 minutos por una pista de nieve.

Una modalidad tan punky como alucinante que, aunque parezca un deporte moderno, se empezó a practicar durante los años 50 con motos, coches e incluso caballos. Eso sí, los leñazos que se debían dar antaño con las motos no debían ser los de hoy en día, pues los elementos de seguridad han evolucionado. Algo que en el presente permite probar cosas increíbles.