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Un ciclista se graba circulando en contradirección por Ciudad de México

El autor del vídeo decidió colgar la acción en Facebook y la policía ya ha abierto una investigación. Deporte 'extremo' sí, temerario... no.

Ciclista en contradirección por Ciudad de México ante un coche negro y uno de rojo.
Facebook

A pesar de que todo el mundo piense que el deporte extremo no está ligado a ninguna norma, hay ciertos límites que no deberían sobrepasarse. Cuando tú mismo decides arriesgarte el pellejo para realizar una acción peligrosa, lo haces bajo tu propia responsabilidad, pero cuando arriesgas la vida de otras personas por el camino, estás jugando con fuego y muy fuera de los límites de la deportividad.

Hace unos días aparecía en las redes un vídeo de un ciclista circulando en directo por las calles de Ciudad de México en dirección contraria y haciendo slalom entre los coches que se le cruzaban por el camino. Una acción de lo más peligrosa que puso en riesgo la seguridad de todo aquél que se le aparecía por delante. Pasando a 5 centímetros de los coches y camiones en marcha y en contradirección, el ciclista en cuestión decidió compartir su aventura en redes y gracias a ello, la policía ya ha abierto una investigación para encontrar al supuesto iluminado.

Por suerte, nadie quedó herido pero ¿y si algún conductor decidía abrir la puerta o hacer un giro brusco?¿O un motorista llegaba a aparecer de la nada? No solo hay que tener valor, hay que usar también la cabeza. Lo curioso es que no es 'un deporte extremo' como tal, y que a pesar de las locuras que hemos llegado a ver en estos, la gran mayoría de trucos, saltos y rondas, se hacen desde la consciencia y el control absoluto. Los factores de riesgo están completamente controlados y se conocen en todo momento. No como aquí. La gracia del deporte extremo, en el fondo, es controlar el peligro y salir impune pero en un caso como este, parece que el autor esté buscando acabar en el hospital...

Al parecer no todo el mundo llega a entender que, a pesar de que los deportes de acción no estén supeditados a ninguna norma, hay que tener consciencia de los riesgos. Que el estilo y la forma sean completamente libres no significa que no haya una responsabilidad detrás de la práctica de estos deportes. Hay unas normas morales no escritas las cuales dictan que cada unos se arriesga lo que puede, pero nunca sin poner en riesgo a terceras personas. Está claro que estos deportes no son para todos; igual para convertir el ciclismo de carretera en extremo debería aprender de Vittorio Brumotti, que se pone solamente a él en peligro...