Pasado el ecuador de la temporada de invierno, desde la app de previsión de nevadas Fresh Snow han aprovechado el parón que ha traído un nuevo anticiclón para analizar los datos de las nevadas de esta primera mitad de temporada. Para ello han recopilado la información recabada en la aplicación en las cuatro principales cordilleras peninsulares desde inicios de noviembre hasta finales del mes de enero.

Después de un invierno con tantas nevadas como el año pasado es fácil olvidarse de lo que comporta una temporada de sequía. Y es que a pesar de que muchas estaciones abrieron antes de lo habitual e incluso batieron récords gracias a las tempranas y abundantes nevadas, la mayoría de las estaciones que ofrecieron un inicio de temporada prematuro tuvieron que discontinuar su apertura hasta bien entrado el mes de diciembre.

Los extremos climatológicos se ven reflejados en los gráficos con valles y picos notablemente pronunciados en todas las cordilleras.

El aumento de temperaturas, las lluvias y la falta de previsión costaron muchos centímetros de nieve acumulada a la mayoría de estaciones peninsulares. Pero con nevadas de 15 y 20 centímetros ya en el mes de octubre era demasiado fácil augurar un buen invierno.

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En Sierra Nevada no hubo ninguna nevada desde el 13 de diciembre hasta el 19 de enero, pero este hecho no impidió su buen funcionamiento.

Las constantes inversiones en infraestructura para la producción de nieve han salvado la temporada, y es que en algunos casos encontramos estaciones en las que no ha nevado en periodos de más de 40 días.

A finales de noviembre llegó un anticiclón a la península que se instaló casi de forma permanente hasta mediados de enero. A excepción de las pequeñas nevadas en los picos más altos de la mitad norte, las altas temperaturas y el sol no dejaron hueco a ningún día de nieve fresca en nuestras montañas durante este periodo.

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Baqueira-Beret, Tavascán y Sierra Nevada son las estaciones con más nieve acumulada a mitad de temporada.

Este fuerte anticiclón dio lugar a partir de la tercera semana de enero a varias borrascas muy cargadas de nieve —llegando a dejar precipitaciones de más de 100 mm por día en algunos casos—, lluvia y viento con ráfagas que llegaron a superar los 140 km/h. La nieve estaba aquí, pero con ella los riesgos que traen las tormentas de este nivel.

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Si bien las precipitaciones ya estaban pintando de blanco todos nuestros picos, uno de los problemas más graves fue que las temperaturas no se sostuvieron frías tras las nevadas, y en muchas estaciones apareció la lluvia y el calor. Motivos que provocaron el aumento de los riesgos de aludes situándose en muchos casos en 4/5 e incluso 5/5. Muchas rutas fueron afectadas por las avalanchas, sobre todo en la cordillera cantábrica que es donde el porcentaje de lluvias sobre nevadas fue más alto.

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Las estaciones cántabras son las que han recibido más lluvia durante esta primera mitad de temporada.

Entrados a la segunda mitad de la temporada, las estaciones empezaron a respirar un poco de tranquilidad gracias a las nuevas nevadas, ya que la mayoría hizo una base muy importante para poder llegar a Semana Santa con muchos kilómetros abiertos y buena nieve.

La muestra está en los acumulados que teníamos a día 31 de enero, números que pueden ser normales para esas fechas, pero que no se construyeron de manera progresiva durante los meses de diciembre y enero.

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Para lo que queda de temporada, lo mejor es no pecar de optimistas. Hay que entender que la 2019/2020 es una temporada de pocas nevadas, por lo que hay que tratar de aprovechar las oportunidades que se presenten en las próximas semanas para subir a disfrutar de la nieve recién caída.

Fresh Snow está disponible para dispositivos iOS y Android en App Store y Google Play, respectivamente.