Mónaco recoge el testigo de La Vuelta que no pudo recibir en Madrid

Mañana de octubre calurosa en Mónaco, con numerosos turistas incluso en pantalón corto y la feria situada junto a los lujosos yates que están atracados en el puerto entre todos los lujos de un país peculiar. Es un día especial: la presentación de la salida de La Vuelta 2026, que arrancará por vez primera en el Principado. Será la tercera vez consecutiva que empiece en el extranjero (Lisboa 2024, Piamonte 2025) y la séptima en toda la historia. El recorrido íntegro de la citada edición de 2026, que arrancará el 22 de agosto en Mónaco, se revelará el 17 de diciembre en el propio Principado, pero los detalles iniciales vieron la luz.

La primera jornada será una contrarreloj individual de 9,6 km que recorrerá todos los puntos icónicos de las escasas calles del país antes de una segunda jornada que partirá también de Mónaco antes de pasar a Francia en una Vuelta que volverá a tener numerosos países en su recorrido un año más. En el One-Monte Carlo, concretamente en la Sala Jean Cocteau, tuvo lugar el evento de presentación justo en frente del Casino, y no es casualidad: en este punto estará la rampa de salida que dará inicio a la 81ª edición de La Vuelta.

El Príncipe Alberto II de Mónaco entró en la mencionada sala, con toda la gente en pie y arreglada en cuanto a vestimenta, acompañado de Javier Guillén, director de La Vuelta. “Es un honor”, coincidieron ambos. El primero, por acoger La Vuelta y el segundo, por llevar a la carrera a un nuevo territorio. Y todo ello poco más de un mes después de acabar “La Vuelta más difícil de siempre” como dijo Guillén en su momento por las protestas a favor de Palestina y en contra del equipo Israel (que ya ha cambiado de nombre y nacionalidad, pasando a ser canadiense) durante la ronda española.

Precisamente, esas protestas impidieron que La Vuelta terminase en Madrid y, por lo tanto, sin los eventos protocolarios previstos: podio y... la entrega del testigo. El Príncipe Alberto estaba presente en la capital española para recoger dicho testigo a cargo de las autoridades del Piamonte italiano. Lo que no se pudo hacer en Madrid por dicho motivo se hizo en Mónaco aprovechando esta presentación, acompañada de emotivas palabras por la parte transalpina (el Príncipe también habla italiano). Un pequeño adelanto de lo que será La Vuelta 2026 y en la que Mónaco acogerá al primer maillot rojo de una carrera que, en su próxima edición, espera poder desarrollarse, esta vez sí, con normalidad.

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