“Tuve una noche horrible, no pude dormir de la decepción”
Evenepoel se levantó escasas horas después tras despedirse de la general: “Tuve control antidoping por la mañana y después me eché una siesta en el autobús”.
n menos de 24 horas, Remco Evenepoel lloró dos veces. Una fue por la noche, tras ceder 27 minutos con los favoritos en el Tourmalet y despedirse de La Vuelta, una carrera que ganó el año anterior. Él mismo reconoció esas lágrimas en la salida de Sauveterre-de-Béarn. Al llegar a la cima de Larra-Belagua, el belga del Soudal volvió a llorar. “Tuve una noche horrible. No pude dormir de la decepción. Me despertaba cada hora y además por la mañana tuve control antidoping, un regalo muy bonito. Al principio me encontraba cansado, pero me eché una siesta en el bus (camino a la salida) que me dio mucha energía”, dijo el belga, luciendo el maillot de campeón de su país.
Un la victoria número 49 de su carrera, “una de las más especiales”. “Fue una etapa dura, con puertos largos y mucho desnivel, algo que al principio de mi carrera no me iba bien, y por suerte, y también entrenamiento, conseguí mejorar. Mi mujer me dio mucho apoyo durante la noche, me dijo que los campeones siempre responden, y me dio mucha motivación. A los compañeros les dije por la radio que lo siento por lo del día anterior y que les quiero a todos”, explicó el belga ante los medios desplazados a La Vuelta.
En los kilómetros finales de Larra-Belagua, los auxiliares del Soudal se acercaban a la meta, ya sabían que su corredor sería el triunfador del día, y todos se fundieron en un abrazo. “Recuperé ocho minutos (el belga es 15º en la general, a 19:12 de Kuss), pero no es suficiente. El plan de ir a por La Vuelta para mí ya no existe. Seguiré luchando por etapas y por el maillot de la montaña. Es otro gran objetivo de cara a Madrid”, añadió Remco, que ya cambió el chip que tenía inicialmente antes de aterrizar en Barcelona. Su equipo seguirá trabajando para él. Además, explicó los motivos por los que sigue en La Vuelta, pese a no tener opciones en la general, al menos sobre el papel.
“Sí, si la idea el año que viene es ir al Tour de Francia, estas semanas aquí pueden servir de preparación. También tengo otros retos tras La Vuelta, como es el Giro de Lombardía, por lo que también me servirá de ayuda”, dijo Remco, de 23 años. Su papel recuerda al de Richard Carapaz hace un año que, sin opciones en la general, ganó tres etapas y el maillot de la montaña.