El pundonor de Rodríguez

Habían transcurrido poco más de 30 kilómetros desde que la carrera salió de Trujillo cuando una caída en el pelotón, a una velocidad elevada mientras se intentaba consolidar la fuga, afectó de lleno a Carlos Rodríguez. El granadino, de 21 años, se levantó lo más rápido que pudo y echó mano al pinganillo para avisar al equipo de que podía seguir, pero las heridas y quemaduras abundaban por su cuerpo. “Policontusiones y abrasiones en el lado izquierdo del cuerpo”, dice el parte médico. El maillot rasgado, lleno de sangre, y unos dolores que le mermaron en la ascensión final a Piornal, entrando a 1:19 del vencedor Evenepoel y cayendo a la quinta plaza de la general.

Su compañero Richard Carapaz, anteriormente en la fuga, trabajó para él en su empeño de ceder el menor tiempo posible. Con el rostro perdido, y empujado por el propio Carapaz tras pasar la meta, se fue directamente al autobús del equipo. Peor suerte incluso corrió Jay Vine, uno de los grandes animadores de la carrera con sus dos triunfos de etapa en Pico Jano y Collado Fancuaya.

También involucrado en la caída de Rodríguez, en su caso no pudo continuar con una fractura en la muñeca izquierda y cedió al maillot de la montaña, para el que iba bien encaminado, en favor de Richard Carapaz. El accidente fue numeroso y también afectó a Mads Pedersen. En su caso, sin problemas mayores, reprendió la marcha y certificó de manera definitiva el maillot verde. Solo tiene que llegar a Madrid.

Con Rodríguez mermado, la lucha entre el podio queda entre Juan Ayuso y Superman López, con una ventaja de 42 segundos a favor del alicantino, de 19 años: “Rodríguez demostró la clase que tiene al perder tan poco tras la caída. Tengo que ser realista y centrarme en el podio”. Por su parte, el Astana justificó su movimiento de ayer, que también fue de ayuda para Evenepoel a la hora de controlar la carrera. “Cuando Superman atacó al final, Ayuso estuvo en dificultades. Veremos qué pasa”, dice Zanini, director deportivo.