Un Van Poppel descalificado sirve el liderato a Leonardi
Los jueces arrebataron el sueño de ganar la etapa al neerlandés, que hizo maniobras peligrosas en el esprint.
El italiano Giovanni Leonardi (Polti Kometa), en un esprint confuso con maniobras peligrosas, se impuso en la tercera etapa del Tour de Turquía disputada entre Fethiye y Marmaris, de 147.4 kilómetros, en la que, además, se enfundó el maillot de líder tras la descalificación como ganador inicial del neerlandés Danny Van Poppel (Bora Hansgrohe).
Tras una recta interminable y en un desenlace ingobernable, Van Poppel realizó una maniobra dudosa que le dio, en principio, la etapa con un tiempo de 3:24.56, a una media de 45,7 kilómetros por hora, por delante de los italianos Giovanni Leonardi (Polti Kometa) y Enrico Zanoncello (Bardiani). El jurado técnico, tras visionar las imágenes del esprint, decidió aplicar el reglamento y relegar a Van Poppel al último lugar dentro del grupo que disputó la victoria. Por lo tanto, Giovanni Leonardi (Verona, 27 años) fue el triunfador, por delante de su compatriota Enrico Zanoncello (Bardiani) y del alemán Max Kanter (Astana).
En la séptima plaza entró el “pistard” olímpico español del Burgos BH Sebastián Mora. En la general el nuevo líder es Leonardi con cuatro segundos sobre Zanoncello y el alemán Henri Uhlig (Alpecin). El primer español es David Lozano (Novo Nordisk), sexto a siete segundos. La jornada se animó por la escapada de cuatro corredores: el italiano Conca, el monegasco Berlin, el polaco Czabok y el sudafricano Smit, una fuga controlada por el pelotón, que no permitió que se le fuera de las manos el objetivo del esprint. De ahí que el Alpecin y el Bora marcaran el ritmo en cabeza.
Con el cuarteto casi atrapado, Conca decidió resistir unos kilómetros más, subiendo en cabeza el primer puerto puntuable, el Mountain Prime (3a, 3,3 km al 5,5 por ciento), dificultad que habría que afrontar de nuevo cerca de meta una subida por vertiente diferente, más corta, pero más exigente (1,3 km al 7,4). El sueño de Conca se esfumó a 12 kilómetros de meta, justo cuando comenzó la batalla en la subida, última oportunidad para los escaladores para evitar el esprint y jugar sus cartas. Nadie logró despegarse de la disciplina del pelotón, la dureza de la subida no hizo estragos, y los ataques fueron tímidos, sin consistencia alguna.
Fue una aproximación a meta nerviosa, con ataques que obligaron a trabajar a los equipos de los esprinters. Lo intentó el español del Burgos BH Mario Aparicio, y luego el abulense del Caja Rural David González, ambos sin suerte. Astana y Bora peleaban por llevar la iniciativa, pero el Polti quería entrar en la refriega y se mostró en cabeza con varios hombres. La situación estaba descontrolada y la llegada era muy larga y complicada. Alpecin trató de lanzar el esprint con Robbe Ghys, pero su esfuerzo fue neutralizado desde lejos.
El Bora desplegó su superioridad numérica lanzando el esprint ganador a 300 metros de la línea de meta. Leonardi puso en apuros a Van Poppel, quien hizo una maniobra más que dudosa. Finalmente venció el neerlandés, quien no pudo ni alzar los brazos, apurado, precisamente por su propia maniobra, pero los jueces lo despertaron de su sueño. Este miércoles se disputa la cuarta etapa entre Marmaris y Bodrum, de 137.9 kilómetros.