Prudhomme: “Soñamos con un final del Tour como en 1989”
En aquella edición, Lemond ganó la general a Fignon por 8 segundos. Tras 34 años, el Tour vuelve a acabar con una crono. Su director, Prudhomme, habla con AS.
Christian Prudhomme (París, 63 años) es director del Tour de Francia desde el año 2007. Antes, había sido adjunto de Jean-Marie Leblanc durante tres temporadas. Además de su cargo al frente de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, también es periodista, aunque desde hace décadas sus labores son otras. Admirador confeso de Luis Ocaña, uno de sus referentes de la infancia, acudió a Burgos a la Asamblea General de la Asociación Internacional de Organizadores de Carreras Ciclistas (AIOCC). Después de saludar, (“Bonjour, ça, va?”), se sienta con AS durante quince minutos en la Biblioteca del Monasterio de San Agustín.
-El Tour de Francia de 2024 vio la luz el pasado mes de octubre. ¿Es una de las ediciones más extrañas bajo su mandato? Los Juegos Olímpicos modifican la planificación… y no acabará en París por vez primera.
Teníamos conciencia desde hace bastante tiempo que el Tour no podría acabar en la capital. Por motivo de seguridad, los distintos estamentos y la Gendarmería (la policía francesa) no lo permitirían al estar tan cerca de la cita olímpica. Con el alcalde de Niza me veo varias veces al año, porque organizamos la París-Niza, y en diciembre de 2018 le comenté: ‘¿Y si no podemos acabar en París, ¿qué te parecería aquí?’ Y le pareció maravilloso. En España, Italia… hay montañas en todas partes. En Francia no es así, cerca de París no es posible, y Niza está en la playa y cerca de la montaña. Acabar en una ubicación así es quizás uno de los sueños de los directores del Tour. ¿Un Tour muy diferente? Pues no lo sé. Desde 1903, es decir, desde siempre, se había terminado en París. Esta vez no. Y nunca habíamos salido de Italia, y en 2024 lo haremos de Florencia. Es obvio que será algo diferente.
-El cuarto día será la ascensión al Galibier. Nunca se habían escalado un puerto de tanta altitud tan pronto. ¿Puede que pronto haya un líder importante para la general?
Cuando entras a Francia por Italia debes pasar por los Alpes, o tienes que atravesar Niza y Mónaco, pero a esa zona ya íbamos al final de la carrera, y no solemos pasar dos veces por el mismo lugar. La etapa del Galibier es evidentemente una jornada de montaña, llegando a 2.642 metros, pero no es algo extremo, las subidas anteriores son más llevaderas. Tan solo 48 horas antes de acabar el Tour tendremos la subida al punto posible más alto de Francia, La Bonnette, con 2.802 metros, por eso también queríamos una subida importante en el tramo inicial, llamativa. Es posible que entonces ese cuarto día los hombres importantes de la general estén hombro con hombro, pero espero algo similar a la etapa inaugural de Bilbao en el último Tour, que los hermanos Yates se jugaron la victoria.
-¿Teme un bloqueo durante buena parte de la carrera por la dureza de los días finales?
No creo. Tenemos la suerte de contar con unos corredores excepcionales, que atacan cuando se les espera, pero también cuando nadie lo imagina. Pogacar atacó en los Campos Elíseos. Sabe que no va a dar la vuelta a la general, pero lo prueba. Tuvimos quince días de pelea espectacular entre Pogacar y Vingegaard, y Evenepoel dijo este año que debutará en la carrera. Lo que hizo en La Vuelta fue genial, pese a todo no se rindió. Lo que sí me preocupó un poco fueron los rumores de fusión de Jumbo y Soudal, con Jonas y Remco en el mismo equipo. Habrá cuatro grandes campeones (Pogacar, Vingegaard, Roglic y Evenepoel) en cuatro equipos diferentes, lo que puede hacer un Tour de Francia realmente bueno.
-¿Cómo fue la decisión de introducir caminos de tierra en la novena etapa?
Llevamos casi diez años con esta idea en la mente. Pusimos algunos tramos en una etapa de la París-Niza de 2016, en la que ganó Arnaud Démare. Yannick Talabardon y Thierry Gouveneu llevan tiempo buscando sitios para realizar una etapa así. Algunas veces era peligroso, por los descensos, y miraron hasta cincuenta opciones distintas. En el Tour de Francia Femmes 2022 ya hubo una etapa con elementos de este tipo y fue bien. Es un elemento de animación más. Vuelvo a las diferencias geográficas de España y Francia, que es también uno de los motivos que nos lleva a hacer esto. Tenemos que buscar cosas distintas por este motivo, si no habría seis etapas seguidas al esprint. Espero que tengamos un día muy agradable.
-Hablaba de los corredores. Con corredores tan fuertes, y en equipos distintos, ¿es mejorable el teórico cartel de participantes del Tour 2024?
En el ciclismo de los últimos cuatro o cinco años estoy volviendo a mi época de la infancia, en los años 70, cuando veíamos a los campeones en marzo y seguían en la pelea en octubre. Soy el director del Tour de Francia, pero ver competir a los campeones durante toda la temporada es fantástico. Creo que será una temporada apasionante. Pienso en el Mundial de Glasgow, lo criticado que fue en los días previos, y la victoria espectacular que consiguió después Van der Poel. Si eres español, quieres ver a un español ganar el Tour. Si eres francés, a un francés, pero sobre todo queremos ver una gran carrera. El público del Tour, cuando no hay franceses, también está delante de la televisión apoyando, con nombres de corredores que en francés no sabemos pronunciar como Pogacar o Vingegaard, y la gente está igualmente fascinada por su lucha.
-La última vez que el Tour acabó con una contrarreloj fue con el desenlace histórico de Lemond y Fignon, en el que se impuso el primero por ocho segundos. ¿Imagina repetir un escenario así?
Soñamos con ello, obviamente. Después no sabemos cómo será la realidad. En el pasado reciente, vimos que una contrarreloj al final del Tour lo puede cambiar todo, como en 2020 en Belles Filles con Pogacar y Roglic. Será una contrarreloj dura, de una treintena de kilómetros, con 700 metros de desnivel positivo. Es un día para campeones. Para campeones del Tour de Francia. Todo está hecho para que haya una última pelea. Nosotros proponemos. A veces, la pizarra se hace realidad. Otras, no.
-¿Y el ciclismo español? ¿Ve a corredores de nuestro país luchando por ganar el Tour?
Leía siempre miedo en el ciclismo español por no contar con españoles tras la retirada de Alberto Contador. Ahora tienen la oportunidad de contar con jóvenes excepcionales. Cuando hay talentos como Juan Ayuso, capaz de subir al podio de una gran vuelta con menos de 20 años, a Carlos Rodríguez… entonces, para mí, estos jóvenes están involucrados con el movimiento en el ciclismo actual. Espero que estos corredores lleguen pronto a estar junto a Evenepoel, Vingegaard, Pogacar, Roglic. Quizás en algún momento para sustituir a Roglic, que sigue siendo muy fuerte, pero que inevitablemente envejece. Quiero decir que, como francés, te envidio por los jóvenes talentos que tenéis en España.
-El Tour suma tres ediciones seguidas saliendo del extranjero. Copenhague 2022, Bilbao 2023 y Florencia 2024. En 2025 volverá a Francia, a Lille.
A menudo me critican por hacer la Grand Départ en el extranjero. Lo hago porque significa dar más visibilidad al Tour de Francia, la carrera más importante del mundo. Y también hay una petición, que incluso exijo, que es cuando salimos del extranjero, pasar por pequeños pueblos franceses. El Tour es un evento que pone de relieve las regiones, las ciudades, el patrimonio, y enorgullece. Y este orgullo es esencial en las grandes ciudades, pero también en los pueblos pequeños. La Vuelta este año saldrá de Lisboa. Hace poco partieron de Países Bajos. No debemos prohibirnos salir al extranjero. Al contrario, es un desafío para brillar.
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