Matxin: “Hay que disfrutar con Pogacar, está haciendo historia”
El descubridor de Tadej en el UAE, que está a un paso del doblete Giro-Tour, cierra el debate: “No irá a La Vuelta, no somos tan cortoplacistas”.
Descubridor y jefe de Tadej Pogacar en el UAE, Joxean Fernández ‘Matxin’ (53 años) lleva toda una vida ligada al ciclismo, pero nunca tuvo entre sus filas a un corredor como el esloveno, que hoy, si ningún contratiempo mayor lo impide, se coronará en Niza como campeón del Tour de Francia por tercera vez y completará un doblete triunfador Giro-Tour que llevaba sin ocurrir desde 1998, con Marco Pantani. En 2019, un jovencísimo Pogacar acudió a La Vuelta, por orden de Matxín, para ver de lo que era capaz. Con 20 años, logró tres etapas, subió al podio (3º) y asombró al mundo. Cinco años después, es uno de los mejores de la historia. Matxín, desde el hotel del equipo en Valbonne (a las afueras de Niza), hace balance en AS del Tour mientras toca una mesa de madera para que nada cambie hoy. Después de la entrevista, Matxin y Pogacar posan juntos para este medio. El esloveno incluso bromea, se quita sus gafas de sol y se las pone al vasco. Ambos, siempre con una sonrisa.
¿Qué nos puede contar de este Tour?
Hicimos un plan en noviembre con los corredores que iban a venir, en diciembre anunciamos los ocho e incluso desde ese momento repartimos los roles. Luego añadimos cosas, como la concentración en Isola 2000, que fue una petición muy inteligente de Tadej. Comentó que en vez de Sierra Nevada podríamos acudir a dicha zona para reconocer las cuatro etapas que había en esta edición por los alrededores. Cuando me puse a buscar la ubicación y demás, tenía todo el sentido del mundo.
Una cosa es el plan, pero que luego todo se cumpla… y está siendo así, ¿no?
Sí, la verdad. Todo ha salido bien. Teníamos especificado cada día con cada corredor y cada oportunidad. Había días que eran para intentar ganar y otros, para no perder el Tour. Hubo etapas que tuvimos que controlar para ganar, pero también hubo unas diez etapas entre fugas y esprint que nos lo pusieron, digamos, un poco más fácil. En el resto, salvo las dos cronos, teníamos que asumir la responsabilidad.
A principios de año, en Mallorca, dijo en AS que Pogacar haría un año, el 2024, mejor que el 2023. Después, que si alguien podría ganar Giro-Tour, era él. ¿Por qué esa confianza plena?
Porque cuando llevas muchos años con un corredor y sabes la necesidad, las ganas, el trabajo, la constancia, la personalidad y sobre todo la precisión en conseguir mejorar un 0,5%, que ese dato en diez puntos es un 5%... es muchísimo en estos niveles. Eso es lo más significativo, porque vi que quiere mejorar en todo: aerodinámica, confort en la posición, elasticidad, explosividad, recuperación, nutrición… es alguien que busca la perfección. Es el mejor ciclista del mundo y trabaja por ser mejor todavía.
¿Y tiene margen de mejora?
El año pasado dije que sí… y este año, ahora mismo, creo que ha hecho todo perfecto. No sé realmente fisiológicamente si puede seguir evolucionando, pero sí que te puedo decir que a nivel de trabajo y de sacrificio, a no ser que haya nuevas mediciones o valores de vatios, lactato… está tocando la perfección en todos los ámbitos que le corresponden personalmente. Estamos en un punto muy satisfechos del nivel que considerábamos que podía tener.
¿Alguna vez había visto un corredor igual?
No. Creo que hay que disfrutar de lo que estamos viendo, está haciendo historia. Es alguien que, aparte de ser un buen ciclista y profesional, es agradable, simpático, tiene respuestas para todo. Siempre que habla es perfecto. Solo puedo tener palabras de admiración y de respeto, porque además él también lo hace. Él también respeta, también te agradece. Con lo cual, creo que estamos ante un campeón que va a hacer historia y creo que tenemos que disfrutarlo.
¿Y él mismo es consciente de esa historia que está escribiendo?
Sí, pero no lo exterioriza. Vive el día a día. A veces le agobia cuando de repente sales al hotel y hay 200 personas, porque sabe que hemos quedado a las 10:50 y baja, obviamente, como todos, a las 10:48, 10:49, y piensa que va a quedar mal con muchos, pero que ahora mismo la situación le sobrepasa. Entonces, intenta ser exactamente normal. Va en el tercer puesto del autobús, no va en el primero. No va en el segundo. No pide una habitación diferente.
¿Tuvo algún momento malo este año?
Sinceramente, no (lleva 19 triunfos, que hoy serían 20). La Milán-Sanremo (fue 3º) es una de las carreras más complicadas porque no hay espacio fisiológico para poder demostrar. No se pudo ganar, pero estuvo en el podio. Una carrera complicadísima para él. Catalunya, ¿qué te voy a contar? Arrasó. Corrió Lieja, ganó Lieja. Corrió Giro, arrasó Giro. Y aquí, en el Tour, cinco etapas, más de cinco minutos de renta…
¿Y es probable repetir, a nivel de calendario, estas temporadas con Tadej?
Hay una cosa que tengo clara con él, y es no hacer siempre el mismo calendario. Buscamos retos, alternativas, motivación, carreras en las que pueda divertirse, no entrar en la monotonía. Este era el año de hacer Giro y Tour, con cuatro carreras tan solo antes de ambas. Demostró que lo puede hacer.
¿La presencia en La Vuelta queda descartada al 100%?
Sí.
¿Y su gran motivación en lo que queda de temporada?
Los Juegos Olímpicos son una carrera impredecible. Que es dura, pero a la vez no es tan dura. Hay un abanico de corredores para ganar muy amplio. Al no ser una carrera por equipos, no sabes realmente la composición en cuanto al trabajo.
¿Tiene el mismo contacto con Tadej que desde sus inicios?
Tenemos el mismo camino, lo que ocurre es que, en muchos casos, por ejemplo, antes canalizaba conmigo absolutamente todo. Bicicleta, masajista, entrenamiento... Y ahora hemos delegado el equipo, por eso somos 140 personas. Entonces ahora él también, por ejemplo, cuando tiene un viaje ya no me llama a mí. Llama al responsable de logística, pero sí hablamos de ir a Isola, el calendario de otros corredores, eso sigue igual.
¿Qué sensación tiene a nivel personal de este éxito?
Me hace sentirme un poco responsable. Muy minoritariamente, obviamente, porque él es un fenómeno y porque esto lo he hecho durante 30 años. Tadej es el 99,99% es el responsable de todo esto, porque él fisiológicamente es un fenómeno, pero el hecho de tomar ciertas decisiones con él de calendario, planificación, pues mira… Esa aceptación, esa conexión, pues la verdad creo que fue importante durante estos años.
Para acabar, ¿qué podemos esperar de Pogacar en el futuro? ¿Seguirá haciendo dos grandes vueltas por año?
Sí, tiene la edad suficiente (25 años) para afrontarlo. Cuando hablo con los jóvenes que intento contratar soy muy honesto y no me escondo. Les hago una planificación para su carrera deportiva, no para su carrera en el equipo. ¿Por qué? Porque es lo que a mí me gustaría que me dijesen. Con Tadej era eso. Aunque ha sido prematuro en sus victorias, con 25 años sabíamos que era buen momento para dos grandes vueltas el mismo año. Hacerlo pasa factura, y no irá a La Vuelta porque si viene el año que viene al Tour, ¿hará cuatro grandes en poco más de un año? Pensamos más allá. Tadej no puede hacer historia este año y desaparecer. Debe tener un post, una constancia y una estabilidad suficiente como para tomar decisiones. No en caliente, no porque haya un grupo de Twitter o Facebook que pidan que vaya a La Vuelta. No pretendemos ser tan cortoplacistas, con un corredor que, para hacer historia, tenemos que mirar incluso el futuro de su historia.
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