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TOUR DE FRANCIA | ETAPA 14

“Lo raro sería otra cosa”

El líder del Tour, Jonas Vingegaard, que resiste una etapa más, admite que esperaba el ataque de un Tadej Pogacar que “quiere estresar” al maillot amarillo.

Mende
“Lo raro sería otra cosa”
Jesús Rubio, AS

Era el arranque de la etapa, con apenas diez kilómetros completados, y Pogacar comenzaba a agitar la carrera. Su idea era provocar nerviosismo y tensión en el Jumbo, pero el equipo neerlandés es un bloque fuerte y con confianza en estos momentos. Aun así, su pelea hizo que se rompiera el pelotón. “Estaba seguro de que Tadej iba a atacar. Lo va a hacer cada vez que pueda, y yo haría lo mismo si estuviera en su lugar. Lo raro sería que hiciese otra cosa”, analizaba Vingegaard, el maillot amarillo, en Mende.

“Igual ataca también en el día de descanso”, llegó a bromear. Por su parte, Pogacar sigue una estrategia, y el esloveno cree que va por buen camino. “Nuestra estrategia es estresar Vingegaard y al Jumbo tanto como podamos, y creemos que está funcionando. Sé por experiencia propia que vestir el maillot amarillo supone un extra, ya que debes correr a la defensiva en lugar de ir al ataque”, analizaba Pogacar, que luce el maillot blanco de mejor joven de manera legítima, pese a que Vingegaard sea de 1996. El Tour adelantó a 1997 la lucha por esta clasificación, y el esloveno es de 1998.

Por su parte, danés celebró que salvó otro día más, pero es consciente de que todavía queda un mundo hasta París. “Mi papel es estar concentrado y no dejarme sorprender. En todo caso, pude seguirle cuando pasó a la ofensiva, y eso me gusta”. Fue Pogacar el que quiso revolucionar todo desde el inicio, y no esperar a Mende, y explicó los motivos. “Bueno, vi que van Aert arrancaba para empalmar con el grupo que teníamos delante y me puse a su rueda para que los demás ciclistas de Jumbo tuvieran que tirar atrás. Por supuesto, son un equipo potentísimo y era imposible que yo me filtrara en la escapada”, y Van Aert le da la razón: “Es uno de los corredores más fuertes del pelotón y nos obliga a estar en alerta todo el día”, dice el belga.

Pese al marcaje, Pogacar promete batalla, una vez más, con los Pirineos en el horizonte: “Mientras ellos tiraban del pelotón, nosotros (el UAE) estábamos guardando fuerzas y planeando la siguiente ofensiva. No sé si el Jumbo me tiene miedo, pero sí veo que están todo el rato marcándome y no me dejan abrir hueco”, dice el ganador de los dos últimos Tour de Francia, que mantiene su buen humor y sus gestos animados al llegar al autobús del equipo tras la etapa. Ahora, el reto del tercer Tour consecutivo pasa por derrocar a un equipo, el Jumbo, y a un corredor, Vingegaard, que luce con felicidad la preciada prenda de líder. “Pasé un buen día de amarillo. Esta experiencia es nueva para mí y estoy disfrutando”. Sin tregua.