Evenepoel: puerta grande o enfermería en grandes vueltas

El fuerte carácter de Remco Evenepoel es una de sus fortalezas, además de su debilidad. Una gasolina que le permite ser capaz de lo mejor, pero que a veces le quema. El yin y el yang. Y es así tanto dentro del asfalto como en lo extradeportivo. El belga es capaz de firmar un año de ensueño, conquistando un Monumento, una gran vuelta y el Mundial, y al siguiente acumular varias decepciones. También afea el trabajo de un cámara de malas maneras cuando se cocinaba su abandono en el Tour de Francia, para después sacarle la sonrisa a un niño regalándole su bidón a los pocos minutos. Así es Remco, de extremos. Le amas o le odias.

Hasta la fecha, su travesía en grandes vueltas es justamente eso: una relación de amor-odio. Desde que se estrenase en estos escenarios allá por 2021, después del terrible accidente que sufrió en el Giro de Lombardía 2020, el ciclista del Soudal Quick-Step ha dividido las alegrías y las penas a partes iguales (ver tabla): tres abandonos y tres grandes actuaciones. La primera de sus seis participaciones tuvo lugar en 2021, un Giro de Italia en el que todavía no sabe lo que es terminar. Dos ediciones, sendos abandonos, especialmente doloroso el de la Corsa Rosa de 2023, en la que dijo adiós en la primera jornada de descanso por el dichoso COVID-19 cuando era maglia rosa.

Un año antes puso su primera pica, y única hasta el momento, en una ronda de tres semanas en La Vuelta, general que aderezó con dos triunfos de etapa. Más tarde, en ese grisáceo 2023, repitió presencia con la intención de defender su corona de campeón. En el primer día decisivo dijo adiós, con una crisis descomunal camino del Tourmalet por la que se dejó en meta más de 27 minutos. Pese a ese tremendo jarro de agua fría, logró recomponerse, ganó dos etapas más (ya había alzado los brazos en Andorra) y se hizo con el maillot de la montaña.

Tras varios años esquivando la máxima responsabilidad, Evenepoel afrontó en 2024 el mayor desafío para todo corredor: el Tour. Pese a las dudas, su estreno fue casi de sobresaliente, con un podio que supo a gloria y un triunfo de etapa. En 2025 llegaba con ambiciones renovadas, con la intención de reeditar ese cajón y al mismo tiempo reducir la enorme brecha que todavía tenía respecto a Pogacar y Vingegaard. Al final, ni una cosa ni otra… Remco se volvió para casa en la 14ª etapa, tras ser devorado una vez más por unas altas cumbres que aún son su talón de Aquiles. Seis grandes, tres abandonos y dos podios. Por ahora no hay término medio para Evenepoel…

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