El Jumbo vuelve a flote
Vingegaard y Roglic presentan batalla. El danés se postula como gran rival de Tadej, el esloveno mejora cada día y el Jumbo confía en hacer frente al UAE.
Ayer fue una jornada en la que Pogacar volvió a triunfar, de eso no hay duda, pero en la que en el Jumbo volvieron a recuperar el optimismo. Primero, por el rendimiento de Jonas Vingegaard, que llegó a poner al límite a Tadej en el duro repecho final. Segundo, por la recuperación de Roglic, cuyas secuelas de la caída en la jornada del pavés por ahora son únicamente de tiempo, una vez recuperado de un hombro que se llegó a dislocar. Y tercero, por la confianza en el equipo y en la capacidad que pueden tener en las dos próximas semanas para hacer frente al UAE en las montañas.
“Fue un final brutal. Creo que puedo estar feliz, lo intenté, pero Pogacar me superó a veinte metros de la meta y no tuve respuesta. Espero estar mejor en las subidas más largas. Tuve buenas piernas, me sentí bien, y eso me hace feliz”, afirmaba el danés en meta, que se postula como gran rival de Pogacar. Es decir, lo mismo que hace un año, pero ahora las distancias son más estrechas. Eso sí, quedan catorce etapas por delante, un mundo.
La otra baza del Jumbo, el citado Roglic, también acabó ayer con buen sabor de boca. “El dolor tras la caída no es excusa para mí y no tiraré la toalla. Seguiré luchando de todas las maneras. La recuperación mejorará día a día”, afirma el esloveno, que reconoce que en algunos momentos “cada pedalada parecía una puñalada”, por sus molestias. En plena dinámica optimista, el que se sumó a esta corriente fue Wout van Aert, que ya fue líder de este Tour y actualmente porta el maillot verde de los puntos, su gran objetivo.
“Pogacar ganó, pero aún demostramos que estamos ahí. Esto quiere decir que con Vingegaard y Roglic podremos competir en la alta montaña. Todavía creo firmemente en la victoria de un Jumbo en este Tour”. Vingegaard está a 35 segundos de Pogacar, en segunda posición, mientras que Roglic es el 13º, a 2:45, y lastrado por la caída que sufrió tras toparse con una bala de paja en la jornada del pasado miércoles. Una pequeña dosis de confianza para un equipo que arrancó de gran manera, al que se le torció todo en el pavés y que esperan dejar atrás los infortunios para hacer frente al mejor corredor de la actualidad.