Soupe: “Mi corpulencia también me da explosividad”

Corredor corpulento, alrededor de 1,80 metros de altura y de complexión fuerte. Así es el francés Geoffrey Soupe, que logró un sorprendente triunfo al esprint en Oliva. Su éxito en La Vuelta supone, con diferencia, la mayor gesta de su carrera, ya en una dilatada trayectoria a los 35 años. “No me lo esperaba a estas alturas”, decía sorprendido. “No veía posible ganar una etapa aquí. Estoy muy agradecido a nuestro director por haberme traído aquí. Esto es muy especial para mí”, dijo Soupe, que a su regreso al autobús desde el podio se hacía fotos con todo el que se lo pedía y con una sonrisa que nadie le quitaba. Únicamente se escondía bajo su densa barba, pero la felicidad le inundaba.

Unos 200 metros después de haber pasado la meta había dudas, porque ni los propios protagonistas no tenían claro quién había ganado. Cuando se enteraron, en el TotalEnergies, que llegaba a esta Vuelta con un perfil más bajo respecto a otros equipos más allá de pelear por dejarse ver y soñar con algún triunfo, tuvieron su gran alegría. Soupe, ya más reposado tras la victoria, analizó como su corpulencia afecta en este tipo de jornadas: “Cierto es que para la montaña me penaliza, pero en días así también me da explosividad. Siempre hay que creer, porque una gran vuelta como esta siempre está abierta y hay oportunidades para todos”.

Aular, “contento” con el resultado

En 2012, el Caja Rural debutó en La Vuelta y lo hizo a lo grande, con un triunfo de Antonio Piedra en los Lagos de Covadonga. Desde entonces, solo estuvieron sin participar en la edición de 2022, pero en este 2023 regresaron. Sin embargo, no han vuelto a lograr un triunfo en la carrera, y Aular, con el maillot de campeón de Venezuela, lo acarició en Oliva: “En últimos 300 metros me pude colocar en la curva bastante adelante y una vez que me he visto ahí, lancé el esprint, pero bueno, al final el del Total (Soupe) fue más rápido que yo. Contento por el resultado”.