CICLISMO | TOUR DE FLANDES
Pogacar conquista el Tour de Flandes a lo grande
El esloveno gana por vez primera en Flandes tras atacar en el Viejo Kwaremont en una carrera para el recuerdo. Van der Poel y Pedersen completan el podio.
Era el Tour de Flandes más esperado de los últimos tiempos por muchos motivos: la dureza (273 km, más largo que en ediciones posteriores), la afición en las carreteras belgas, los protagonistas, el ambiente... todo. Desde primera hora de la mañana se vio que era un día grande de ciclismo y el desenlace no fue para menos: Tadej Pogacar, campeón del Tour de Flandes. En su segunda participación, el esloveno, con un estilo y un calendario más propio de tiempos pasados, gana su tercer Monumento distinto, el cuarto en total: dos Giro de Lombardía, una Lieja-Bastoña-Lieja y ahora Flandes también está en su currículum. Décima victoria de la temporada, sin ser velocista, y empezando a abril. Todo ello con 24 años. En Oudenaarde alzó los brazos en solitario, como él deseaba, sin jugárselo al esprint contra los temidos Van der Poel y Van Aert. El primero de ellos se tuvo que conformar con la segunda plaza y Van Aert, cuarto, se quedó sin podio. Se lo arrebató Pedersen.
Las caídas se dejaron notar, y de gran manera, sobre todo en la primera mitad de la carrera, antes de que empezase la acción, los muros, las cotas. Una de ellas dejó fuera a Oier Lazkano, que llegaba en gran forma tras su segundo puesto en A Través de Flandes. Quedaban cerca de 200 km cuando uno de los favoritos, Mathieu van der Poel, se pudo despedir de pelear por la victoria tras quedar cortado. Le ‘perdonaron’ por delante. También algún que otro susto tuvo Pogacar. La tensión era altísima, con el Jumbo mejor posicionado que el resto.
Montonera por una imprudencia
Maciejuk, del Bahrain, provocó una montonera. Sin quererlo, obviamente, pero se fue por fuera de la carretera, atravesó una zona de hierba con un charco con el que no contaba y volvió al pelotón como si de una partida de bolos se tratase. Una treintena de corredores al suelo, con afectados como Alaphilippe, Sagan y Wellens. Subían los abandonos y además, con este último, Pogacar perdía un apoyo importante. El propio Maciejuk también se despidió. Él no se cayó, pero fue descalificado, y al momento pidió perdón a todos. La carrera seguía y hasta que no quedaron 100 km no se formó una fuga clara, definida, con 18 corredores. Mientras, por detrás seguían los accidentes (Girmay, Mohoric, Kristoff…). Esa escapada contaba con gente de nivel y también con bazas tácticas para los favoritos: Trentin (UAE) y Van Hooydonck (Jumbo), por delante, además de un gran Jorgenson, del Movistar, y Asgreen, ganador de la prueba en 2021, junto a Mads Pedersen, entre otros.
Llegaba un momento señalado, una de las cotas más duras, el Viejo Kwaremont, y el UAE preparaba el terreno. Buena posición para entrar, ritmo altísimo y Pogacar a volar. El esloveno cambió el ritmo y se fue en solitario. Tras un momento de dudas, y el Jumbo mandó a Laporte con el esloveno, quedando por detrás Van Aert y Van der Poel. Curioso movimiento, porque parecía que el del UAE podría haber sido neutralizado igualmente y reservar ese movimiento de Laporte para después. Finalmente, ambos fueron atrapados por detrás… y la carrera ya estaba rota. Fue a 43 km cuando los tres tenores, Van Aert, Pogacar y Van der Poel, se quedaron solos, aunque no en cabeza de carrera, ya que varios de la fuga resistían.
Por delante, en solitario, iba Mads Pedersen. En un día nublado, aunque sin lluvia como en Harrogate 2019, pero sí con Trentin como compañero, como aquel día en tierras británicas. Esta vez era diferente, y el danés hizo su apuesta personal, mientras que Trentin miraba para atrás, porque sabía que Pogacar llegaría antes o después. En el Kruisberg llegó un ataque durísimo de Van der Poel, al que el esloveno resistió y Van Aert dijo basta. Se quedó. Uno de los favoritos fuera de la lucha, y eso que su compañero Van Hooydonck se esperó para ayudar al belga. Ya era tarde. El siguiente gran test, con pinta de decisivo, era el paso por el Viejo Kwaremont, otra vez. Pogacar y Van der Poel iban ya con los últimos que quedaban de la fuga (Trentin preparaba el terreno para Tadej) y solo Pedersen estaba por delante. Muy cerca.
El ataque definitivo
Y cuando quedaban 19 km… pum. Otra vez Pogacar. Otra vez en el Viejo Kwaremont. Van der Poel esta vez no pudo. En las cotas anteriores daba sensación de ir más justo, y con su ataque (que acabó con Van Aert), sorprendió a todos. Pero con esto ya no reaccionó, y es que hoy en día es difícil encontrar a alguien que resista así a un ataque de Pogacar, bien sea en Andalucía, en la París-Niza o sobre los adoquines flamencos. Donde sea. Da igual. En un visto y no visto el esloveno llegó a rueda de Pedersen al que pasó como un avión. Van der Poel también llegó al danés, y le soltó (se rehízo para acabar en el podio). La situación quedaba en un mano a mano entre Pogacar y Van der Poel… pero desde la distancia. Había 15 segundos de diferencia y el Paterberg por delante. “Para ganar, tendría que llegar solo”, avisaba Pogacar en la previa. Dicho y hecho.
En 2022, en el que fue su debut en esta misma carrera, también se lo iba a jugar con Van der Poel, pero tal vez la falta de experiencia provocó que por detrás les atraparan y quedase cuarto. Esta vez nada ni nade iba a evitar la primera conquista de Pogacar en Flandes, un corredor de otra época, de otros tiempos, y de un nivel excelso, sobre todo por su versatilidad. Pasó el Paterberg con Pogacar en cabeza, 11 km a meta y 16 segundos sobre Van der Poel. Era el momento de hacer una mini crono hasta Oudenaarde y culminar un Tour de Flandes espectacular, que igualó o tal vez superó las expectativas, y que deja a Pogacar como triunfador, el Rey de Flandes. Entró con las manos en la cabeza, con gestos de incredulidad.
Era su objetivo, y hoy en día casi todo lo que se propone, lo consigue. Van der Poel le miraba a lo lejos en la recta de meta, y en el esprint por cerrar el podio Pedersen pudo con Van Aert. Más de seis horas de ciclismo-espéctaculo, y todo ello a una media de 44 km/h, la más rápida de siempre. Solo Bobet y Merckx habían ganado Tour de Francia y Tour de Flandes, dos carreras tan distintas, tan prestigiosas. Pogacar se une a esa lista. Un día para el recuerdo, como se intuía.
Clasificación de la 107ª edición del Tour de Flandes
1º Tadej Pogacar (ESL/UAE) 6h 12:07
2º Mathieu van der Poel (PBA/Alpecin) a 16
3º Mads Pedersen (DIN/Trek) 1:12
4º Wout van Aert (BÉL/Jumbo) m.t.
5º Neilson Powless (EE UU/Education First) m.t.
6º Stefan Küng (SUI/Groupama) m.t.
7º Kasper Asgreen (DIN/Soudal) m.t.
8º Fred Wright (GBR/Bahrain) m.t.
9º Matteo Jorgenson (EE UU/Movistar) m.t.
10º Matteo Trentin (ITA/UAE) m.t.
21º Iván García Cortina (Movistar) 6:09
Kopecky repite éxito
En la categoría femenina, la victoria fue para Lotte Kopecky, que revalidó su conquista del pasado año. Dos temporadas reinando en el Tour de Flandes y, además, en esta edición la fiesta de su equipo, el Team SD Worx, fue completa porque su compañera Demi Vollering acabó en segunda posición. La neerlandesa cruzó la meta a 36 segundos tras imponerse en el esprint por las plazas restantes del podio. La tercera plaza fue para la italiana Longo-Borghini. Al Movistar no le acompañó la fortuna y su líder Annemiek van Vleuten, afectada en una caída, no tuvo opciones en Flandes la temporada de su despedida (27ª). Su compañera, la cubana Arlenis Sierra, fue décima.