Van der Poel añade otro Mundial a su extensa colección

Por segundo domingo consecutivo, Mathieu van der Poel (29 años) estuvo disputando un Mundial. Si hace una semana era el de carretera en Zúrich, en el que no pudo revalidar su corona de 2023 en Glasgow pero aunque al menos sí pudo subir al podio como tercer clasificado tras Pogacar y O’Connor, esta vez el holandés era de la partida en el Mundial de gravel, el tercero que se celebra en esta modalidad. Después de que las dos primeras ediciones se disputasen en suelo italiano, esta fue en Bélgica, con inicio en Halle y desenlace en Leuven, donde Van der Poel entró en solitario en la abarrotada meta y, como era de esperar, alzó su bici al cielo una vez cruzada la línea de llegada. Una celebración marca de la casa.

Era el gran favorito y cumplió los pronósticos, pero Van der Poel trató de ganar de diversas maneras. En un recorrido de 182 km (un circuito final de 50 km al que dieron dos vueltas), con terreno que mezclaba caminos, carreteras y senderos, el holandés hizo una primera intentona a más de 100 de meta. Se marchó en solitario durante unos kilómetros, aunque le dieron caza poco después... pero ya un reducido grupo, por lo que la carrera estaba seleccionada desde lejos. La dificultad era escasa con ausencia de barro y terreno en perfectas condiciones, y un desnivel acumulado mucho menor que en los pasados Nacionales disputados en Santo Domingo de Silos.

De pronto, y con más de la mitad de carrera por delante, tan solo eran once los corredores al frente, obviamente con Van der Poel entre ellos y una amplia mayoría numérica de maillots belgas. Todos ellos resistieron un nuevo ataque de Van der Poel a 60 km. Uno de los belgas, Florian Vermeersch, fue el que provocó un movimiento a la postre definitivo. A 40 km de meta hizo un ataque al que solo pudo responder, sin mayor sufrimiento, Van der Poel. Y, tras un buen entendimiento, llegó la hora de la verdad cuando a 13 km de la llegada, en un tramo hacia arriba, el holandés se fue directo hacia la victoria.

Sin oposición y con una claridad pasmosa para poner punto final a su temporada... antes de entrar en el ciclocross, modalidad en la que fue campeón del mundo seis veces (2015, 2019, 2020, 2021, 2023 y 2024), y otra en carretera (2023). Ahora, también en gravel. Un corredor que vale para todo. “Valoro mucho esta victoria porque era un gran objetivo para mí”, dijo el del Alpecin en meta. En clave nacional, Felipe Orts, en el puesto 44º (a 14:30), fue el mejor de los cinco españoles presentes.

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