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CICLISMO

La temporada más dura del francés Julian Alaphilippe

En una entrevista con el portal Cyclingnews, el ciclista francés se sincera sobre su duro año. Las caídas, lesiones e incluso el COVID, culpables de su escaso rendimiento.

Julian Alaphilippe, en carrera.
Quick-Step Alpha Vinyl

Una serie de catastróficas desdichas. El nombre de la serie de novelas de Lemony Snicket también sirve para describir lo que ha sido la temporada 2022 para Julian Alaphilippe, un sinfín de calvarios que, en sus propias palabras, han derivado en la “temporada más dura de su carrera”. El francés, claro y directo, lo explicó así en el portal Cyclingnews: “Nunca estuve al 100% en una carrera en 2022, siempre estaba luchando, por lo que fue difícil equilibrar eso con mis esperanzas y ambiciones habituales, especialmente mientras vestía el maillot arcoíris de campeón mundial. Quería ganar como tantas veces lo he hecho, pero los contratiempos seguían llegando. Fue la temporada más dura de mi carrera”.

No le falta razón al bueno de Loulou, que en este curso acumuló un historial de lesiones y caídas nunca antes vistos en su trayectoria profesional. Dejó una de las imágenes más espectaculares en la Strade Bianche, donde sufrió una caída tremenda, con voltereta incluida, de la que salió ileso de milagro. No corrió la misma suerte en la Lieja, donde se fue al suelo a más de 70 km/h con terribles consecuencias: dos costillas rotas, fractura de omóplato y un pulmón perforado. Estuvo sin competir más de un mes y se vio obligado a renunciar al Tour de Francia y aunque afrontaba con ilusión La Vuelta, a pesar de no llegar en su mejor condición tras superar el COVID, se dio de bruces con la realidad: dura caída, hombro dislocado y para casa.

La cuenta de resultados, para un corredor que venía de ganar etapas en el Tour de Francia en los últimos años, además de conquistar dos Mundiales, habla por sí sola: sólo dos triunfos en unos escasos 45 días de competición. Además, todos los infortunios padecidos han dejado huella, por lo negativo, en el de Quick-Step: “Cuando es peligroso en los descensos, siento un poco más de miedo de chocar que antes. Eso no quiere decir que vaya a frenar más o que ahora sea una mierda descendiendo. Pero tengo que admitir que siento un poco más los peligros. Sin embargo, Alaphilippe envía un mensaje de esperanza para el futuro: “Afortunadamente, ahora no tengo dolor cuando monto en bicicleta, así que no tengo miedo de correr y nada me detendrá en 2023″. El ciclismo le necesita de vuelta.