El potente Alpecin, con Philipsen y Van der Poel, el rival a batir
La Gante-Wevelgem, con un tradicional pulso entre clasicómanos y velocistas, tiene en el belga y el neerlandés como dos de los grandes candidatos al éxito.
El debate ficticio de cuál sería el teórico sexto Monumento tiene ahora en la Strade-Bianche como principal foco, aunque durante mucho tiempo fue la clásica belga que se disputa este domingo: Gante-Wevelgem (14:15 Eurosport). Cuenta con adoquines y tiene una gran relevancia en el calendario. Históricamente, se suele decidir en un pulso entre clasicómanos y velocistas, y el Alpecin presenta al mejor en cada aspecto: Van der Poel y Philipsen, respectivamente. Los 252 kilómetros son llanos en su mayoría salvo tres cortas y explosivas subidas al Kemmelberg, además de algunos sectores de grava conocidos como plugstreets.
El último ascenso al Kemmelberg, hecho por una vertiente distinta a los dos primeros, se supera a 45 km de la llegada. Las persecuciones finales desde allí son siempre espectaculares en un terreno llano, en el que el viento suele tener una importante dosis de protagonismo. Es la vertiente más dura. Tan solo 700 metros, a una media de 9,6% y un máximo desnivel del 18% casi en su conclusión. Teóricamente, a diferencia de al E3 Saxo Classic del pasado viernes, no hay previsión de lluvia.
Además de las citadas estrellas del Alpecin, el Lidl-Trek también presente un plantel de mucho nivel con Pedersen, Milan y Stuyven. Es decir, también listos para posibles fugas o volatas. El Movistar tendrá en Fernando Gaviria la baza en caso de esprint, con corredores como Norsgaard, Jacobs y Cimolai presentes. El Visma, que no tendrá al vigente vencedor el pasado año, el francés Laporte, ausente tras estar enfermo los días previos, contará con Tiejs Benoot y Jan Tratnik. Un buen anticipo para el Tour de Flandes que se disputará el domingo siguiente, el día 31 de marzo.
Prueba femenina
Una de las clásicas donde Movistar Team acumula el ‘pleno’ de participaciones desde su creación, siete en total con 2024, ha pasado de cruzar en 2020 la frontera de los 140 km a plantarse en unos nada desdeñables 171 km para 2024, diez más que el curso pasado. Y aunque todavía lo hace sin los ‘Plugstreets’ o caminos de tierra que sí se cruzan en la prueba masculina, es una carrera desafiante y abierta, para clasicómanas o sprinters de igual manera. Siete cotas marcan el recorrido, con el doble paso por el durísimo Kemmelberg -por sus dos vertientes- como más decisiva y última ascensión a 35 km de la llegada. Desde allí, casi una hora de exigente llaneo y persecución hasta meta.
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