El motivo por el que la Madonna del Ghisallo es la patrona universal de los ciclistas
El Papa Pío XII la declaró patrona universal de los ciclistas en 1948, pero la historia comenzó en el 1919 con el Giro de Lombardía.
La afición por el deporte se explica a partir de la competitividad, el trabajo en equipo, la superación personal y un larguísimo etcétera. Pero además de todas las emociones que genera, el deporte engancha porque regala continuamente historias y curiosidades a sus aficionados.
Un buen ejemplo es la relación entre la Madonna del Ghisallo, una pequeña iglesia situada en la región italiana de Lombardía, y el ciclismo. Y es que esta figura religiosa es considerada patrona universal de los ciclistas desde que así lo declarase el Papa Pío XII.
Por qué es considerada patrona de los ciclistas
La Madonna del Ghisallo está en una colina de Magreglio, un pequeño pueblo cerca del Lago de Como, región por la que pasa el Giro de Lombardía. Tal y como cuenta Ravelo, la leyenda de la patrona universal de los ciclistas comenzó en la edición de 1919 del Giro de Lombardía, pues aquel año la organización decidió que la ruta incluyese el ascenso hasta la iglesia para hacer más duro el recorrido.
Nueve kilómetros de subida, un camino sin asfaltar y unas bicicletas mucho más pesadas de lo que son actualmente, hacían del ascenso una de las pruebas más difíciles del Giro. Sin embargo, subir hasta Madonna del Ghisallo se convirtió en una tradición para los ciclistas, que además de rezar a la virgen comenzaron a dejar ofrendas en forma de trofeos, maillots, medallas, etc.
Declarada patrona por el Papa Pío XII
Un año clave en la historia de la relación entre la Madonna del Ghisallo y los ciclistas es el 1948. En un domingo de romería, la pequeña iglesia de Magreglio se llenó especialmente de corredores, y entonces comenzó un nuevo capítulo de esta historia. A petición del rector, el Papa Pío XII nombró oficialmente a la Madonna del Ghisallo como la patrona universal de los ciclistas.
La actuación del Papa no se quedó en un simple nombramiento, pues encendió una antorcha de bronce que, como si de la antorcha olímpica se tratase, viajó desde Roma hasta la Madonna del Ghisallo pasando por Milán. Los encargados de transportarla fueron varios ciclistas, algunos de ellos los más importantes de la época como Gino Bartalli (doble campeón del Tour de Francia y tricampeón del Giro de Italia), Alfredo Binda, Gaetano Belloni, Fausto Coppi y Constante Girardengo.
Relación con el Giro de Lombardía
Toda esta historia comenzó con el Giro de Lombardía de 1919, y ahora, más de un siglo después, la famosa carrera italiana sigue guardando relación directa con la Madonna del Ghisallo. Desde hace varios años, la capilla está en el recorrido del Giro de Lombardía, y este 2024 no será una excepción.
Los 252 kilómetros de carrera incluirán la subida icónica del Ghisallo, por lo que los corredores pasarán por la Madonna del Ghisallo, santuario de los ciclistas y patrona universal desde mediados del siglo pasado.
La Madonna del Ghisallo en la actualidad
Debido a su relación con el ciclismo, la Madonna del Ghisallo es hoy en día mucho más que una pequeña iglesia de pueblo. En ella hay un museo del ciclismo, donde se pueden ver todo tipo de ofrendas y tesoros que cientos de corredores han ido dejando en las últimas décadas.
Además, los visitantes que lleguen a la Madonna del Ghisallo son recibidos por los bustos de Coppi y Bartali. En el interior de la iglesia, múltiples objetos rodean la capilla de la Madonna, entre ellos las bicicletas de Alfonsina Strada y Eddy Merckx, o los maillots de reconocidos corredores como Miguel Induráin o Marco Pantani.
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