Barbero se retira a los 31: “Hubiese firmado una trayectoria así”

Carlos Barbero deja el ciclismo profesional. Tras más de una docena de victorias, el burgalés, de 31 años y que actualmente se encontraba sin equipo desde que acabara su contrato con el Lotto al término de la pasada campaña, decide dejarlo. “No es una decisión que te levantes por la mañana y digas pues hoy. Al final es un proceso. Hasta enero era la fecha que me había puesto. Se cumplió y listo. La vida sigue”, contó el ya exciclista a AS escasas horas después de anunciar en redes sociales con un emotivo mensaje su decisión. “Han sido 11 años de los que estoy muy orgulloso y hubiese firmado una trayectoria así cuando salté a profesionales”, añadió.

Orbea, Euskadi, Caja Rural, Movistar, NTT (luego Qhubeka) y Lotto fueron sus equipos, estando un total de seis temporadas en el World Tour. “Hay corredores que acaban muy quemados y no tocan la bici en años. No será mi caso”, explicó. El gusto por el que es, y será, su deporte seguirá intacto: “El ciclismo te enseña unos valores, unas enseñanzas de vida. A levantarte después de una caída y seguir trabajando desde el día siguiente. Yo lo tengo claro, fui un compañero leal y me voy con la cabeza alta. A cualquier persona puedo mirar a los ojos”, relató con emotividad. El punto de inflexión que marcó más su carrera fue cuando el Qhubeka anunció su desaparición en 2021. Por aquel entonces, Barbero tenía contrato para seguir en el World Tour, pero entonces se quedó sin equipo, “uno de los momentos más duros. El pasado mes de mayo el Lotto recurrió a sus servicios hasta final de temporada, pero en diciembre se acabó. Y ahora el adiós es definitivo.

“¿Dejarlo a los 31 años es pronto? Se puede ver desde dos puntos de vista. He tenido compañeros con mucho más talento que yo que se han retirado antes. Y ves a otros con menos talento y siguen ahí. Al final es un camino que cada uno tiene el suyo y el mío es este. Nunca puedes estar comparándote con otros. Mi retirada podría haber sido antes, pero también podría haber sido después”, destacó. En el balance, queda por ver el mejor y el peor momento de estos once años: “El primer día que me comunicaron que iba a ser profesional fue muy bonito. También alguna victoria o algún puesto de honor, o cuando has trabajado para algún compañero. En en lado opuesto, ha habido malos ratos de caídas, y más cuando has visto más o menos de cerca una muerte de algún compañero de profesión”. Ahora, una nueva vida: “A estudiar y a hacer unas cosillas que tengo pendientes. Entretenido voy a estar, eso seguro”.