Evenepoel: “Es una pena que Pogacar no terminase”

Vestido de blanco impoluto, con el maillot luciendo el arcoíris de campeón del mundo, Remco Evenepoel se presentó en la salida de la Lieja-Bastoña-Lieja para ganar el Monumento belga por segundo año consecutivo. No tuvo la rivalidad esperada con Tadej Pogacar, ya que, con 84 km recorridos, el esloveno sufrió una caída que le mandó al hospital. “De repente escuché un ruido terrible. Espero que todo vaya bien y le deseo lo mejor. Es una pena que no terminase la carrera. Le enviaré un mensaje más tarde de todos modos”, contó el del Quick Step tras su triunfo en unas declaraciones recogidas por Sporza. “Es mágico ganar con el maillot arcoíris. Ahora tengo un bonito cuadro para colgar en mi habitación”, dijo después con una sonrisa.

Como en 2022, un ataque en La Redoute, una de las cotas más duras de la carrera, fue definitivo para el triunfo del belga: “Las carreteras estaban muy resbaladizas. En La Redoute mi rueda trasera incluso se resbaló por un tiempo. Después de eso, supe que tenía que ganar el mayor tiempo posible y tomé el control de la carrera. Ese también era el plan, salió exactamente”. Tom Pidcock fue el último que vio de cerca al dorsal 1 de Remco. Aguantó tras La Redoute... pero cedió poco después: “Volvió a mi rueda en la bajada por su gran técnica. Luego ataqué de nuevo y pude consolidarme en cabeza, que tampoco fue fácil”.

Precisamente, el propio Pidcock esta vez sí pudo aguantar el envite para acabar en segunda posición, ya que una semana atrás, en la Amstel, el británico fue el último en aguantar a Pogacar... pero finalmente acabó tercero: “Fui por La Redoute de manera controlada, me aseguré de poder cerrar la brecha con Evenepoel en el descenso. Pero en la siguiente pendiente estaba realmente al límite”. Y así fue, ya que quedó atrás y fue atrapado por el grupo perseguidor. Sin embargo, se impuso en ese pequeño esprint por delante de Santiago Buitrago, el primer colombiano en subirse al podio en esta prueba.