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VUELTA A ESPAÑA | ETAPA 18

Berrade: “Ni de coña pensábamos que podíamos conseguir esto”

El navarro da al Kern Pharma la tercera victoria de etapa en una Vuelta idílica del equipo español. “Es un sueño, ni nos lo creemos, no queremos volver a la realidad”.

Berrade: “Ni de coña pensábamos que podíamos conseguir esto”
PEPE ANDRÉS / DIARIO AS

Cuando lo extraordinario se convierte en rutina, quiere decir que el nivel de la hazaña es de tal calibre que, en caliente, todavía no se aprecia ni desde dentro. La Vuelta del Kern Pharma quedará para siempre en la historia. Tres etapas para un equipo invitado: dos de Pablo Castrillo y uno de Urko Berrade. Esta última, este jueves, tenía todos los condicionantes para ser, de nuevo, un guion de película. Manolo Azcona, alma máter y fundador de la estructura, falleció apenas un par de días antes de la primera victoria de Castrillo (en Manzaneda) y se quedó sin ver a su equipo ganar en La Vuelta. Bueno, en teoría. “Él me dijo que vería todo desde arriba”, contó Oroz a AS el pasado miércoles a AS.

Juanjo viajó durante La Vuelta a Pamplona para pasar las últimas horas con Manolo, vieron juntos la victoria de O’Connor precisamente en un día en el que Berrade también estuvo en fuga. Este jueves, en la meta de Maeztu, las emociones volvieron a estar a flor de piel: “¡No me lo puedo creer!”. Oroz tenía preparado un cartón blanco con una silueta de Pablo Castrillo que entregaría a todos los trabajadores una vez acabada La Vuelta como recuerdo de uno de los mayores hitos en el presente siglo. Ahora, le tocará cambiar la imagen, y es que en el Kern Pharma prevalece el espíritu de equipo. Para Berrade, que vive en Barcelona por trabajo de su novia (es navarro y el amor le llevó a la Ciudad Condal), tenía a su pareja y a sus padres en meta esperándole, y rápidamente se abrazó con ellos.

Un sueño real para un corredor que, a sus 26 años, no había estrenado su palmarés. “Si nos dicen antes de La Vuelta que podíamos conseguir esto, no nos lo creíamos ni de coña, pero una vez que empezamos en Lisboa y nos vimos peleando en las fugas, estando en los puntos claves, con los mejores de tú a tú, con Castrillo triunfando por partida doble… dijimos, vamos a intentarlo cada día porque nos estamos sintiendo bien”, dijo Berrade tras su conquista.

Sufrió una caída el pasado mes de junio en el Tour de Eslovenia que puso en riesgo su presencia en La Vuelta, la segunda tras la de 2022 (estuvo en las dos que lleva el Kern Pharma). “Fue un momento duro, pero pude recuperarme. Tuvimos una concentración en Sierra Nevada con La Vuelta en el foco durante todo el año. Hubo tramos de la temporada en el que no nos salían las cosas, pero ahora… En mi caso, perdí unos kilos, puedo subir mejor los puertos, no como los más fuertes de la general, pero noté una mejora significativa. Salvo en la faceta de esprínter, que eso es imposible, me defiendo bastante bien en el resto”, añadió un Berrade para un Kern Pharma que sigue en una nube.

Pocos segundos tuvo que esperar Berrade para seguir con la ronda de abrazos, porque sus compañeros Miquel y Castrillo, también en la fuga, llegaron casi a continuación del triunfador del día. Gritos de rabia, de alegría, bidones por los aires para los aficionados y otra cena, la de anoche, con brindis y discurso del ganador. Esta vez no le tocará a un Castrillo que se alegró como si fuese una más suya: “Tres victorias es la hostia”. Pau Miquel, que fue tercero en primera instancia, finalmente fue relegado por los comisarios a último del grupo por esprint irregular. Nada importaba ni restaba alegría a un equipo sin límites.

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