Así es la bicicleta galáctica de Ganna en el récord de la hora
Filippo Ganna pulverizó en Suiza el récord de la hora (56,792 km) con una bicicleta revolucionaria hecha a medida: impresión 3D, material aeroespacial...
No es únicamente un evento deportivo, sino también un escaparate tecnológico. La gigantesca rueda trasera en la bici de Francesco Moser (1984), las piezas de lavadora instaladas en la montura de Graeme Obree (1993), la mítica ‘Espada’ de Miguel Indurain (1994) o el manillar de Superman que utilizó Chris Boardman (1996). Todo ello forma parte de la historia del récord de la hora, emblemática prueba que explora los límites del esfuerzo humano, además de los avances técnicos. Todo ello dio un paso más allá en el Velódromo de Grenchen (Suiza) el pasado 8 de octubre, día en el que Filippo Ganna (Italia, 26 años) se convirtió en el ciclista más rápido del planeta al pulverizar el récord de la hora que 50 días antes estableció su compañero en el Ineos Dan Bigham (55,548 km/h) con una marca sin precedentes: 56,792 km.
Antes de la portentosa actuación del Gigante de Verbania, únicamente Boardman había sido capaz de alcanzar los 56 km/h en esta competición en 1996 y con una bicicleta considerada por la UCI como ‘no convencional’, lo que habla del ejercicio impoluto que completó el italiano. “Llegar a este increíble objetivo es fantástico para mí y para todo el personal de Ineos Grenadiers que trabajó durante mucho tiempo para llegar a este resultado. La próxima vez tal vez lo intente en otra parte de la temporada con las piernas más frescas y podamos volver a subir más alto. Este resultado es asombroso”, explicó exultante el italiano al término de una prueba que sirvió para mostrar al mundo su prodigioso físico y una de las bicicletas más punteras en tecnología que existe en la actualidad.
Se trata de la Bolide HR 3D de Pinarello -uno de los fabricantes italianos de mayor trayectoria- modelo que por primera vez en la historia ha sido fabricado a través de una impresora 3D. Con este método, la bicicleta se adapta a las medidas del ciclista y no al revés, lo que permite un mayor confort y maximizar el rendimiento. El material del cuadro y la horquilla también va a la vanguardia tecnológica con el llamado Scalmalloy, una aleación de escandio, aluminio y magnesio de alta resistencia que se utiliza en el ámbito aeroespacial. La eficiencia aerodinámica es total, concentrándose el 40% de la misma entre el tubo vertical del cuadro y la tija del sillín, gracias a un diseño inspirado en el estudio de las ballenas jorobadas.
Sí, han leído bien. Estos animales se desplazan bajo el agua con suma precisión a pesar de las corrientes, gracias a las protuberancias de sus aletas, por lo que las pequeñas crestas que presenta la bicicleta en esa zona trasera redirigen el flujo de aire en una misma dirección y reducen la resistencia aerodinámica. Un concepto similar al que introdujo el equipo británico, cuando se denominaba Sky, con el ‘Vortex’, material que estampó en forma de bolitas en sus maillots de contrarreloj en el Tour de Francia 2017 y que mejoraban la penetración del aire, es decir, se traducía en un beneficio aerodinámico. “Este es un honor muy merecido para Filippo. Y haber superado el tiempo de referencia de Boardman también es algo muy especial para nosotros, era algo que todos esperábamos lograr en secreto y que reafirma lo gran atleta que es Ganna. Este es un evento prestigioso que no sólo pone a prueba al ciclista, sino también la tecnología y la innovación del equipo y nuestros socios, incluidos Pinarello, Bioracer y Kask. Este es un gran logro para todos los involucrados y estamos increíblemente orgullosos”, explicó Rod Ellingworth, subdirector del Ineos, tras la consecución del éxito.
Y, la pregunta del millón: ¿cuánto vale esta maravilla? Entre el cuadro y horquilla 3D, las dos ruedas lenticulares, el manillar integrado y el desarrollo elegido (plato de 66 y piñón de 14 dientes), el valor total de la bicicleta asciende a los 75.000 euros. Una reliquia única, de museo, que ya forma parte de la historia del ciclismo.