A un paso de la gloria

Mireia Benito (27 años) disfrutaba como base en el Castellví de la Marca, equipo de baloncesto de la localidad barcelonesa donde la catalana militaba hasta que una lesión de rodilla dijo basta. En una revisión, le pidieron aumentar el trabajo aeróbico para ganar peso, fuerza… y empezó a montar en bici. Todo esto ya superada la veintena de años. Y el primer año empezó a compaginar baloncesto y ciclismo, pero una lesión de rodilla puso fin a su etapa en el baloncesto. Desde entonces (2018), solo se dedicó a las dos ruedas, fue creciendo, mejorando, y en 2023 se proclamó campeona de España de contrarreloj.

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Y este martes, en la tercera etapa de La Vuelta Femenina, decidió retar a más de 130 corredoras con una fuga en solitario prácticamente desde salida (en una etapa de 130 kilómetros) en la que se quedó a un paso de culminar la gesta. Sol en la salida de Lucena, tormenta y lluvia a mares al poco de partir… un tiempo impredecible y complicado para las corredoras. La del AG Soudal belga, que llegó a tener cinco minutos de ventaja con el pelotón, incluso ganando tiempo en la única ascensión del día (Fuente de Rubielos, 3ª categoría). Siendo una gran contrarrelojista, decidió poner su ritmo sin compañía durante casi tres horas, pero el viento tampoco estuvo de su lado, dando de cara en largas rectas por las expuestas carreteras de Teruel. A ocho kilómetros, ya con la ciudad turolense a un paso, se acabó el sueño. Caídas, tensión y grupo reducido, con una volata… para la legendaria Marianne Vos, 252 victorias en su palmarés. La del Visma, a sus 36 años, sigue siendo una referente.

Con pasado en el Massi-Tactic, Benito se marchó a un equipo belga en 2023, destino poco habitual en una corredora española, y no se arrepiente. “Al llegar pensaba que la gente sería más seca, por la fama de esa zona, pero desde el principio me sentí como en casa, muy cómoda”, contó la catalana en AS, una de las ocho españolas presentes en la carrera. Pocas, pero guerreras. “Es un cambio duro, pero es un cambio necesario para dar un paso adelante. Al final en algún momento se tiene que hacer. Y creo que de ahora en adelante vamos a tener mejor ciclismo”, destacó Mireia sobre esta revolución llevada a cabo en el pasado invierno, con exigencias de la RFEC de salarios mínimos y condiciones laborales óptimas para que los equipos fuesen profesionales. Muchos no pudieron hacer frente.

“Las niñas nos vienen a ver en cada salida, y eso es lo que nos hace falta, trabajo de escuela para que las pequeñas también quieran ser ciclistas”, destaca Mireia, que se quedó a un paso de la gloria en La Vuelta Femenina, pero que lo volverá a intentar. En junio, en los Nacionales, aspira a defender su maillot de contrarreloj en Madrid y, pese a que no lo pudo lucir en La Vuelta, ayer dio buena muestra de lo experta que es en la modalidad. De los 130 km, prácticamente 120 fueron en solitario. Una vez atrapada, fue felicitada por sus compañeras y se dejó caer del grupo. Un día que igualmente no olvidará. Cada noche informa en su instagram de lo vivido en cada jornada... y en esta tendrá mucho que contar.

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Para la ganadora, Marianne Vos, fue un día más en la oficina al imponerse, en el mano a mano, a su compatriota Kool Eran las dos grandes favoritas, y lo volverán a ser este miércoles en Zaragoza. En la lucha también estuvo el Movistar, que perdió por el camino a Norsgaard. La húngara Vas mantiene el liderato, pero dicha prenda estará en riesgo en la cuarta etapa por las bonificaciones, con las mujeres más rápidas apretando... y el cierzo, el viento característico de la zona del valle del Ebro.

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