Las etapas clave de la tercera semana del Giro de Italia
El Giro entra en su última semana de carrera y lo hace con dos etapones de montaña que se presumen míticos y con la crono final de Verona que podría decidir la general.
El Giro de Italia afronta desde este martes la tercera y última semana de carrera que decidirá qué corredor vestirá la maglia rosa como campeón el próximo domingo en el Arena de Verona. Un vencedor que saldrá de las durísimas etapas de esta última semana con el Mortirolo y la Marmolada como protagonistas o bien con la crono final de Verona si los Dolomitas no dejaron cerrada la lucha por la general. Repasemos cuáles son las etapas clave de la última semana del Giro de Italia.
Etapa 16: Salò – Aprica (202 kilómetros, martes 24 de mayo)
La segunda etapa cinco estrellas del Giro se perfila como la etapa reina y uno de los ‘tappone’ de esta edición con 5250 metros de desnivel positivo. Casi de salida los corredores deberán afrontar la subida a Goletto di Cadino, de primera categoría con sus 19,9 kilómetros al 6,2% que posiblemente rompa el pelotón en mil pedazos. Un largo descenso llevará a los ciclistas camino de Edolo para afrontar una de las subidas más esperadas de este Giro, el Passo del Mortirolo, de primera categoría con sus 12,6 kilómetros al 7,6%, con rampas de hasta el 16% y casi tres kilómetros finales al 10%. Por si esto fuera poco, los ciclistas tendrán otra subida exigente camino del esprint intermedio de Teglio, con sus 5,6 kilómetros al 8,2% antes de afrontar la última trampa puesta por el Giro: la subida a Valico di Santa Cristina, puerto de primera categoría con sus 13,5 kilómetros al 8% con los últimos 6,5 kilómetros en los que las rampas no bajan del 10% antes del rápido descenso a la meta de Aprica.
Etapa 17: Ponte di Legno – Lavarone (168 kilómetros, miércoles 25 de mayo)
Con la resaca del Mortirolo aún en las piernas los ciclistas deberán afrontar al día siguiente otra jornada exigente camino de Lavarone. De salida, la subida no puntuable al Passo del Tonale podría animar a las fugas antes de un larguísimo descenso camino de la subida a Giovo (3ª, 5,9 km. al 6,8%). A partir de aquí el pelotón rodará por un terreno repleto de repechos antes de llegar al primer esprint intermedio del día en Pergine Valsugana para realizar la subida al Passo del Vertiolo, de primera categoría con sus 11,8 kilómetros al 7,7% y 10 kilómetros en los que la pendiente apenas baja del 8%. Un rápido descenso llevará a los corredores al esprint intermedio de Caldonazzo antes de afrontar la última sorpresa del día: la subida a Monterovere, de primera categoría con sus 7,9 kilómetros al 9,9% y más de tres kilómetros al 11%, como última tortura antes de la meta de Lavarone.
Etapa 19: Marano Lagunare – Santuario di Castelmonte (177 kilómetros, viernes 27 de mayo)
La antepenúltima jornada de Giro de Italia presenta un recorrido ideal para emboscadas con algunas subidas novedosas que pueden tensar la carrera. Las subidas a Villanova Grotte (3ª, 3,7 km. al 8%) y al Passo di Tanamea (3ª) endurecerán la carrera antes de entrar a Eslovenia, donde la exigente subida al Kolovrat, de primera categoría con sus 10,3 kilómetroa al 9,2% podría romper la carrera antes de que se adentre de nuevo en Italia en busca del esprint intermedio de Cividale del Friuli, donde empezará la subida final al Santuario de Castelmonte, con sus 7,1 kilómetros al 7,8% y cuatro kilómetros finales al 8%
Etapa 20: Belluno - Passo Fedaia/Marmolada (168 kilómetros, sábado 28 de mayo)
La traca final del Giro, el ‘no va más’. Los Dolomitas se perfilan como jueces decisivos de la carrera en la última de las tres jornadas de cinco estrellas: un auténtico ‘tappone’. Los corredores deberán afrontar un terreno que pica ligeramente hacia arriba antes del primer coloso del día, el Passo San Pellegrino, de primera categoría con sus 18,5 kilómetros al 6,2%. Un rápido descenso llevará a los ciclistas a un falso llano camino de Canazei para realizar la subida al Passo Pordoi, Cima Coppi de esta edición con sus 11,8 kilómetros al 6,8% que coronarán a 2.239 metros de altitud. El largo descenso hacia Caprile llevará al pelotón a la última gran subida del Giro de Italia: el Passo Fedaia, la mítica Marmolada, de primera categoría con sus 14 kilómetros al 7,6% y 5,5 kilómetros finales en los que la pendiente no baja del 10,5% con picos de hasta el 18%.
Etapa 21: Verona – Verona (17,4 kilómetros, contrarreloj individual, domingo 29 de mayo)
Si la general no hubiera quedado decidida en la Marmolada los favoritos a la general que se defiendan bien contra el crono tienen una última oportunidad en la crono final de Verona. No será una crono llana al uso, ya que los corredores tendrán cinco kilómetros llanos antes de la subida a Torricella Massimiliana, de cuarta categoría. Un rápido descenso llevará a los ciclistas a un tramo llano previo a la meta en el Arena de Verona, donde se coronará al nuevo campeón del Giro de Italia.