A falta de 114 km para la meta de Cuneo saltaba el bombazo de la jornada en el Giro de Italia: Romain Bardet abandonaba la carrera. La baja del francés, totalmente inesperada, se suma a la de Miguel Ángel López, que se bajó de la bicicleta en la cuarta etapa, en lo que respecta a los grandes favoritos a la victoria de esta 105ª edición de la Corsa Rosa. Tal y como mostraron las imágenes ofrecidas por Eurosport, Bardet vomitó justo antes de subir al coche de su equipo en lo que, según la propia televisión italiana, podría tratarse de un golpe de calor.

Una ausencia que, por una parte, es una pena en favor del espectáculo, ya que el francés es un corredor valiente que llegaba a este Giro en una de sus mejores condiciones de su carrera (lo demostró con su 2º puesto en el Blockhaus), pero por otra elimina de raiz a un rival directo de corredores como Landa, Carapaz y Almeida en la lucha por el podio. Sin embargo, no todo son piernas. Su equipo, el DSM, confirmó que el abandono de sus estrella se debe a un malestar que comenzó durante la jornada del pasado jueves, con final en Génova. Hoy, Bardet tomó la salida con la intención de seguir en carrera a toda costa, pero no pudo darle la vuelta a su indisposición.

"Nos entristece confirmar que Romain Bardet ha abandonado el Giro. Tras enfermar durante la etapa de ayer, su estado empeoró durante la noche y, a pesar de todos los esfuerzos, ya no está en condiciones de continuar la carrera", rezó el tweet publicado por el conjunto DSM para explicar lo ocurrido cuando su líder era 4º de la general a sólo 14 segundos del liderato. Es su segundo abandono en una gran vuelta, después de que dijera adiós al Tour de Francia en 2020. Se le echará en falta.