Mikel Landa (Murgia, 32 años) irradia ilusión en este Giro de Italia. No es para menos. Después de nueve etapas, el vasco está en uno de los mejores momentos de su carrera para asaltar la Corsa Rosa, séptimo de la general a sólo 29 segundos de su compatriota Juanpe López. Por si fuera poco, con unas sensaciones buenísimas exhibidas en alta montaña, a pesar de sufrir caídas en la etapa previa a la jornada de descanso, que hacen soñar al 'Landismo' y, lo más importante, a él mismo. Mikel, antes de afrontar la segunda semana de carrera, confirmó su optimismo a AS y al resto de medios presentes en su rueda de prensa en Pescara.

-¿Cómo se encuentra después de la caída sufrida en la novena etapa?

-Hoy (por ayer) después de la caída estoy dolorido. Fue un golpe duro. Tengo golpes y rozaduras por todos lados, pero nada grave. Ha venido bien el día de descanso. Mañana (por hoy) no es una etapa muy complicada, espero que no haya problemas y pueda estar bien dentro de un par de días.

-¿Cómo valora la actuación de su compatriota Juanpe López? ¿Dónde cree que tiene su techo?

-Su actuación fue muy buena. Consiguió mantener la maglia rosa y se le ve muy bien. No sé cuáles serán sus aspiraciones el día que la pierda, si es que la pierde. Es un corredor que viene dando pasitos. Es joven aún y puede hacer grandes cosas.

-¿Le da moral su resultado en Blockhaus a pesar de la caída?

-Sí. Tenía un poquito de dudas, porque sabía que estaba bien pero siempre tienes miedo de tus adversarios. Se vio un poquito más donde estamos cada uno. Estoy entre los mejores y si todo va bien ahí vamos a estar. Espero que la caída no merme mi rendimiento.

-¿Qué significaría para usted ganar el Giro?

-Es un sueño ganar el Giro. Llevo muchos años intentándolo, peleándolo y soñando con ello. Siempre he encontrado rivales mejores que yo y trabas en el camino. Este año no va mal la cosa y puede que sea el año. Veremos, pero de momento va bien.

-¿Es posible conseguir la victoria?

-La general está aún por decidir. Queda mucha carrera por delante, etapas peligrosas. Habrá que utilizar todo el equipo para intentar ganar la carrera. Se puede ganar el Giro. En la montaña estoy con los mejores y no queda mucha contrarreloj. Hay que estar atento, como en el Blockhaus, con ese nivel a todos los días. El Giro es largo, es una carrera de mucho desgaste y los días pasan factura.

-Por lo visto en el Blockhaus, ¿cuáles son sus principales rivales?

-Está Carapaz, que era el favorito desde el principio. También está Bardet. Se le vio bien en Blockhaus, tiene muchos años de experiencia e hizo podio en el Tour. Seguro que dará mucha guerra hasta el final. Almeida ha demostrado estar muy bien y ser un corredor constante. Puede ser un candidato, y tampoco me quiero olvidar de Hindley.

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-¿Está contento por cómo ha sido su Giro hasta ahora?

-Sí, todo ha ido según lo previsto. Quizás ayer era un final bueno para mí, pero las caídas me hicieron dudar un poco y quizás no fui tan agresivo como otras veces. Mis opciones siguen intactas.

-¿Se pudo sacar más ventaja sobre rivales como Almeida en el Blockhaus?

-Sí, ayer pudimos sacar más diferencias respecto a Hindley y Almeida, que venían por detrás. Pero la desconfianza y la falta de entendimiento hizo que no fuésemos los tres a una y por detrás nos dieron caza. Estaba la etapa en juego y todos queríamos llevarnos un poco de premio. Nadie quiso arriesgar más de la cuenta y siempre se va guardando un poquito por si acaso.

-¿Se ve llevando la maglia rosa este año?

-Me encantaría coger la maglia rosa. A pesar de las dificultades acompañaron las fuerzas en Blockhaus y vamos a seguir soñando con que se pueda conseguir algún día.

-¿Es importante ganar ventaja antes de la última etapa?

-Teniendo en cuenta que el último día es una contrarreloj intentaré no esperar mucho al último día para conseguir algo de ventaja. Pero es cierto que aún quedan etapas muy duras y con mucha montaña.