Omar Di Felice realiza la primera vuelta al mundo en bicicleta a través del Ártico
El corredor ha terminado esta semana su aventura de 4.200 kilómetros y más de 32.000 metros de desnivel positivo durante 45 días y a temperaturas de hasta -42ºC.
El ciclista Omar Di Felice ha hecho historia esta semana tras convertirse en el primer ciclista en dar la vuelta al mundo a través del Ártico en invierno y en solitariodespués de completar 4.200 kilómetros de recorrido en los que ha cruzado 8 países y ha ascendido 32.000 metros de desnivel positivo con jornadas en las que incluso ha tenido que afrontar temperaturas de -42 ºC. No es el primer reto con el que se atreve, ya que Di Felice ha realizado entre otras aventuras el haber cruzado el Himalaya hasta el campo base del Everest también en invierno.
La aventura de Di Felice comenzó el pasado 2 de febrero en Kamchatka y ha concluido este 11 de abril en Alaska. El italiano completó 800 kilómetros en Kamchatka antes de llegar a Laponia para completar los 1.500 kilómetros que separan Murmansk (Rusia) de Tromso (Noruega), en una aventura que también le llevó por Finlandia y Suecia. Desde Tromso Di Felice se desplazó para rodar por las islas Svalbard, la península de Snaefellsnes en Islandia y Groenlandia, donde completó la Ruta del Círculo Polar Ártico con los 200 kilómetros que hay desde el Point 66 hasta Sisimut. El tramo final del reto incluyó un largo recorrido desde Whitehorse, en Canadá. hasta Alaska previo paso por Fairbanks.
Todo ello por carreteras heladas, caminos inhóspitos y preciosos paisajes y con la ayuda de las bicicletas Wilier Triestina Jena de gravel para las zonas de Kamchatka, Laponia y el tramo final en Canadá y Alaska, y una Fat Bike para rodar sobre la nieve de Groenlandia, Islandia y Svalbard. La aventura también hizo que Di Felice pasase por momentos complicados como le sucedió en su paso por Fairbanks, donde el ciclista tuvo que parar durante 48 horas aquejado de fiebres altas e inflamación de las vías respiratorias aunque, pese a ello, logró terminar la aventura.
El propio Di Felice analizaba así cómo ha sido este reto, que contaba con un objetivo deportivo y otro medioambiental para concienciar sobre el cambio climático y los efectos que podría ocasionar en zonas como el Ártico, como los deshielos. "He vivido momentos muy duros sobre la bicicleta bajo fuertes tormentas de nieve y temperaturas extremadamente frías. Vivir de forma totalmente independiente, pedaleando y al mismo tiempo cubriendo todas las necesidades vitales, desde la alimentación hasta la protección para no congelarse, o la logística de material y de bicis, es un reto importante que te pone a prueba a ti mismo. Sabía dónde me metía y sé lo que es un desafío de estas características pero nunca había cubierto una distancia tan larga en estas condiciones, así que sin duda ha sido toda una aventura".