La Titan Desert inscribe un nuevo nombre en su palmarés: Konny Looser. El suizo, de 32 años, se llevó la general de la prueba reina de ciclismo por el desierto con una forma de correr inteligente, con mucho nivel y siendo el líder desde el primer día, que logró el triunfo en Boulmane Daes. Se enfundó un maillot rojo que ya no soltó y, aunque era desconocido por buena parte del pelotón, los favoritos a la general sabían de su potencial. Llegó a la Titan Desert por una propuesta de ASO (empresa organizadora del Tour de Francia y ligada a la Titan) porque creían que tenía cualidades para hacer algo grande en la prueba, y vaya si acertaron. Además de la general, suma dos triunfos parciales... y en la jornada final, en Maadid, entró 12º.

El que alzó los brazos el último día fue Josep Betalú. El cuádruple campeón (de 2016 a 2019, denominado por la prueba como 'el rey del desierto', cedió su corona en esta edición, en la que la carrera regresaba a Marruecos (en 2020 fue en Almería) ante un Looser al que tildó de gran corredor. "La lástima fue la avería que tuve el primer día, porque demostré que tenía piernas (ganó en total dos etapas) y me sentí muy bien. ¿Si no hubiese tenido aquellos problemas mecánicos? Hubiese estado todo mucho más igualado", contó en meta el catalán afincado en Costa Rica, que pinchó en la parte final de la jornada pero pudo llegar en solitario para lograr un triunfo que le emocionó. "Tuve un año difícil".

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De salida, su equipo (el potente KH-7), formó un corte con una fuga de cinco corredores... siendo cuatro del KH-7. Ya que la general la tenían complicada, apostaron por la etapa (se llevan tres de las seis, ya que Miguel Muñoz logró un éxito), y lo consiguieron. En un segundo grupo estaba el líder junto a otro nutrido grupo de corredores, como es Haimar Zubeldia. El vasco termina segundo en la general y con muy buenas sensaciones. "Es para estar contento", explicó en meta. El podio lo cerró Guillem Muñoz. A diferencia de otras ediciones, la última etapa fue algo más exigente, y es que como confirmó Manu Tajadal, diseñador del recorrido; "Este año metimos un pelín más de dificultad para esta Titan".

En categoría femenina, la jornada final fue para Silvia Roura, mientras que la general fue para Ariadna Ródenas, que administró su ventaja el último día camino de Maadid a la perfección. Llama la atención que, en una prueba en la que la experiencia es clave, se hayan impuesto en la general dos debutantes en el desierto de Marruecos como Looser y Ródenas. El suizo, que ya demostró hizo un buen papel en la Cape Epic y otras pruebas de entidad, sigue con el nivel al alza de su país, una potencia que cada vez cuenta con más triunfadores en mountain bike.

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"En 2022 no sé si volveré, me gustaría. Tengo que ver mi calendario para entonces", cuenta el helvético sobre un posible regreso. En Namibia, de donde es su mujer, tiene un gran palmarés en pruebas de este tipo. El que sí espera estar es Betalú, que desea romper el empate a cuatro conquistas con Roberto Heras. "Lucharé por la quinta en 2022", contó. Una edición del próximo amo que se disputará del 8 al 13 de mayo. Mas allá de los favoritos, destaca el espíritu de todos los finishers, muchos de ellos emocionados al llegar a meta. La esencia de la Titan sigue intacta. Y en 204 días más.

Clasificación general

1º Konny Looser: 23h 46:02

2º Haimar Zubeldia. a 4:06

3º Guillem Muñoz,a 4:38

4º Julen Zubero, a 9:34

5º Josep Betalú, a 38:27