Regreso al infierno
La París-Roubaix se disputa 903 días después de la última edición. El cambio de fechas propicia unas condiciones extremas. Van Aert y Van der Poel, favoritos.
La París-Roubaix regresa este domingo (11:00, Eurosport1 y 14:20 Teledeporte) 903 días después debido a los aplazamientos por la pandemia que, tras la edición de 2019 que conquistó Gilbert, han llevado a la carrera a este mes de octubre, cuando su ubicación habitual es en el segundo domingo de abril. Y eso ha supuesto que esta ‘clásica de las clásicas’ reciba al pelotón con unas condiciones infernales. Las lluvias caídas y los embarrados sectores de adoquines (30 en esta edición, 55 km en total de los 257) hacen presagiar una carrera épica al estilo de las ediciones que forjaron la leyenda de esta prueba francesa que, tras la I Guerra Mundial, fue bautizada como el Infierno del Norte.
Desde principios de este siglo (2002) no se recuerdan condiciones tan extremas. Este sábado ya las sufrieron las chicas en la histórica primera edición femenina que se apuntó la británica Elizabeth Deignan (Trek), una carrera caótica y repleta de caídas, aperitivo de lo que puede ocurrir hoy en la masculina.
Y claro, con ese panorama, todas las quinielas apuntan a los especialistas en ciclocross que puedan tener más pericia para sobrevivir a ese complicado terreno. “Va a estar bien una París-Roubaix con lluvia”, asegura Mathieu van der Poel al estilo del mítico Sean Kelly, quien dejó para la historia su recordada frase de “una Roubaix sin lluvia no es una Roubaix”. En el caso del neerlandés, se muestra confiado en sus posibilidades para apuntarse el segundo Monumento de su carrera (tras el Tour de Flandes 2020). Su archienemigo en el barro, Wout van Aert, es el otro máximo favorito, con las ganas de revancha de no haber podido conquistar en su tierra el reciente Mundial de Flandes.
En cuanto al resto, el defensor del título, Gilbert (Lotto), no se ve como aspirante a sus 39 años, a la vez que pronostica que la carrera puede ser “un caos”. Mads Pedersen (Trek), Peter Sagan (Bora), o el siempre ultracompetitivo grupo del Deceuninck (con Sénéchal, Asgreen, Stybar, Lampaert...) son otros serios candidatos en una carrera más impredecible que nunca. Tanto por las condiciones como por el hecho de que se disputa lejos de la primavera, cuando se tiene más conocimiento del estado de los clasicómanos. Entre ellos intentará estar Iván García Cortina, que tras el buen nivel mostrado en el Mundial se presenta como la gran baza del Movistar, único equipo español. De hecho, el asturiano es junto a sus compañeros Imanol Erviti (noveno en 2016) y Lluis Mas los únicos españoles participantes en este regreso del ciclismo al Infierno del Norte más extremo.