“Es gracioso que estemos teniendo esa puntería y habíamos hablado con los compañeros que sería perfecto seguir la racha y ganar también el primer esprint de La Vuelta. Primer objetivo cumplido”, contó con una sonrisa Jasper Philipsen tras imponerse en el esprint de la segunda etapa en el barrio burgalés de Gamonal. El belga se refería a la tremenda temporada que lleva su equipo, el Alpecin-Fénix (23ª victoria de esta temporada), y en concreto en las grandes. Han logrado triunfo en las tres y, encima, en las primeras etapas: Merlier ganó la 2ª del Giro y Van der Poel y el propio Merlier la 2ª y 3ª del Tour. “Es verdad que el equipo está trabajando muy duro… y también hay que tener un poco de suerte”, reconoció el velocista belga, que también levantó los brazos en la edición de 2020, cuando aún competía en las filas del UAE.

Lo cierto es que el Alpecin, a pesar de ser de la segunda categoría del ciclismo mundial, se comporta como si de otro World Tour se tratase. Con plaza asegurada en las carreras de tres semanas, cuentan con una plantilla enfocada a conseguir victorias. “Somos un equipo que nos preparamos muy bien para los esprints y para las clásicas y los resultados están saliendo”, aseguró. Y le dio mucho valor a su triunfo por el nivel de sus rivales, incluido el recuperado Fabio Jakobsen, que fue segundo. “Es una alegría verle competir así tras el grave accidente que sufrió. Está en una gran forma y va a ser un duro contrincante en este tipo de llegadas”, alabó Philipsen.

Jakobsen: "Me encuentro bien"

Fabio Jakobsen (Deceuninck) analizó su actuación en el esprint de la segunda etapa, en el que acabó segundo por detrás de Jasper Philipsen: "Estoy feliz aunque hice segundo. Me tocó remontar y por el lado izquierdo Philipsen fue más rápido. La caída anterior no me afectó. Hubo mala comunicación en el coche y no pudimos hablar entre nosotros, pero conseguimos recolocarnos en la última curva en buena posición para esprintar. Fue un final nervioso con el viento. Perdí un poco en los metros finales, pero de cara a los próximos días me encuentro bien".

“Es gracioso que estemos teniendo esa puntería y habíamos hablado con los compañeros que sería perfecto seguir la racha y ganar también el primer esprint de La Vuelta”, contó con una sonrisa Jasper Philipsen tras imponerse en el esprint de la segunda etapa en el barrio burgalés de Gamonal. El belga se refería a la tremenda temporada que lleva su equipo, el Alpecin-Fénix (23ª victoria de esta temporada), y en concreto en las grandes. Han logrado triunfo en las tres y, encima, en las primeras etapas: Merlier ganó la 2ª del Giro y Van der Poel y el propio Merlier la 2ª y 3ª del Tour. “Es verdad que el equipo está trabajando muy duro… y también hay que tener un poco de suerte”, reconoció el velocista belga, que también levantó los brazos en la edición de 2020, cuando aún competía en las filas del UAE.

Lo cierto es que el Alpecin, a pesar de ser de la segunda categoría del ciclismo mundial, se comporta como si de otro World Tour se tratase. Con plaza asegurada en las carreras de tres semanas, cuentan con una plantilla enfocada a conseguir victorias. “Somos un equipo que nos preparamos muy bien para los esprints y para las clásicas y los resultados están saliendo”, asegura. Y le dio mucho valor a su triunfo por el nivel de sus rivales, incluido el recuperado Fabio Jakobsen, que fue segundo. “Es una alegría verle competir así tras el grave accidente que sufrió. Está en una gran forma y va a ser un duro contrincante en este tipo de llegadas”, alabó Philipsen