Evenepoel manda callar tras exhibirse en Dinamarca
El joven ciclista belga realizó esta celebración tras ganar en solitario después de un potente ataque a 17 kilómetros de meta y donde llegó a doblar al pelotón en el circuito final.
Remco Evenepoel volvió a protagonizar una exhibición de las suyas para conseguir el triunfo en la tercera etapa de la Vuelta a Dinamarca en una jornada que recordó mucho a cuando el propio Evenepoel se impuso en la Clásica de San Sebastián de 2019.
De hecho, el propio Evenepoel trató de romper la carrera en los últimos 50 kilómetros cuando el belga atacó y se llevó con él a tres corredores. Sin embargo una mala trazada en una curva en un descenso hizo que Evenepoel perdiese contacto con la fuga y volviese al pelotón.
Fue entonces cuando 'La Manada' del Deceuninck Quick-Step empezó a tirar del pelotón y el trabajo del campeón olímpico de madison Michael Morkov y el alemán Jannik Steimle propició que los tres escapados fuesen cazados por el grupo a 20 de meta y poco después, a 17 kilómetros de la llegada, Evenepoel lanzó un ataque en solitario que nadie pudo seguir y que el belga se tomó como una contrarreloj en la que fue abriendo hueco para llevarse la etapa con 1:29 sobre Tosh Van der Sande, colocarse como nuevo líder e incluso doblar al pelotón en el circuito final de Vejle a falta de 1,4 kilómetros de meta.
En declaraciones difundidas por el Deceuninck Quick-Step, el propio Evenepoel comentó sus impresiones sobre lo sucedido en la etapa. "Sabíamos que sería una carrera dura, por lo que estuvimos atentos delante ya que esperábamos que el pelotón se partiera. Lo he intentado varias veces y, en una de ellas, cometí un pequeño error. Afortunadamente tengo un gran equipo a mi lado, con Jannik y Michael dándolo todo para coger la fuga. En los últimos kilómetros Michael me dijo que era una parte dura y fue donde ataqué para hacer diferencias. La lucha por la general no está cerrada pero espero tener las sensaciones de hoy y llevarme el jersey a casa. Estoy muy motivado de ver cómo ha trabajo el equipo para mí y estoy muy orgulloso de cómo salió todo. Además, es mi primera victoria en carretera después de un periodo muy duro y significa mucho para mí. He tenido muchos altibajos pero he permanecido paciente y con confianza y la recompensa ha llegado hoy".
También fue muy comentada la celebración de Evenepoel en línea de meta, cuando llegó señalándose la cabeza y llevándose un dedo a la boca mandando callar. Un gesto que el propio Evenepoel quiso explicar en declaraciones recogidas por Het Nieuwsblad. "Lo había acordado con un amigo que lo celebraría así cuando volviese a ganar una carrera". Toda una exhibición que parece demostrar que Evenepoel ha espantado a los fantasmas y que puede brillar con la élite del pelotón.