La sensación Vingegaard: "Prefiero podio a una etapa"

Jonas Vingegaard nació en Hillerslev (Dinamarca) el 10 de diciembre de 1996. De pequeño se dedicó al fútbol y al atletismo, “como todos los niños”, pero pronto se decantó por la bicicleta, que le inculcó su padre: “Al final te decides por lo que mejor se te da”. A los 24 años, marcha tercero de la general del Tour, a 5:32 de Tadej Pogacar y a únicamente 14” del segundo puesto de Rigoberto Urán. “Una situación inimaginable cuando comenzamos en Brest y en el equipo teníamos como capitán a Primoz Roglic”, reconoce él a AS.

El danés pasó a profesionales en 2016 con el ColoQuick, equipo continental de su país. En 2019 fichó por el Jumbo-Visma, con el que acaba su vinculación en 2022. Aunque antes de alcanzar la élite trabajó a media jornada (de seis de la mañana a doce del mediodía) en una fábrica de pescado, Havnens Fiskehus, en Hanstholm. Se dedicaba a cortar y empaquetar: “No sé si aquello me aportó más motivación por los entrenamientos, pero me hizo desear más convertirme en ciclista”.

Su técnico en 2017 en el ColoQuick, Christian Andersen, ya advirtió en un reportaje para la tele de Dinamarca que Vingegaard contaba con madera de escalador y contrarrelojista: “Mueve 6,8 vatios por kilo, lo que le servirá para ascender montañas y completar cronos con los mejores”. En los 27,2 km cronometrados de Laval terminó tercero y en el Mont Ventoux soltó a Pogacar, aunque el amarillo le atrapó en el descenso: “Fue uno de mis momentos más destacados como corredor en mi todavía corta trayectoria. Dejar atrás al líder del Tour… ufff”. El esloveno lanzó piropos a su rendimiento: “Me sacó de punto. Me fundió. Se trata de un enorme rival”.

Vingegaard estrenó su palmarés en el World Tour este 2021 en los Emiratos, en la ascensión a Jebel Jais, y luego se anotó la Semana Coppi & Bartali (y dos etapas). Pese a que considera que Roglic “es irreemplazable”, intenta ofrecer “el máximo nivel” que exige competir en “la carrera más grande del calendario”: “Primoz se encuentra varios puntos por encima de mí, no me engaño, pero dispongo de la confianza de mis compañeros y mis directores, y eso provoca que me exprima cada día en la carretera”. En la Vuelta de 2020 se estrenó en una ronda de tres semanas, y en La Farrapona resultó fundamental para el segundo título de Roglic. Ahora le llega el turno de brillar. ¿Y qué prefiere, cajón de París o un triunfo parcial? “Elijo el podio, por supuesto, aunque veremos cómo evoluciono”.